Distrito Star Wars

Distrito Star Wars

sábado, 30 de junio de 2012

Bollux


BOLLUX

Cuando era un joven contrabandista, Han Solo trataba de deshacerse del exceso de equipaje en sus frecuentes viajes.
A menudo pensaba que los droides eran molestias innecesarias y prefería hacer las cosas el mismo. Quienes contribuyeron a cambiar su forma de pensar fueron un par de extraños mecánicos que probaron ser de gran valor.
Bollux empezó siendo un BLX-5, un simple droide obrero en los astilleros de Fondor con el intelecto y personalidad justa para cumplir su trabajo. Como otros droides obreros, tenía unos pesados servomotores y un sistema de suspensión de alta gravedad para transportar carga y otras tareas duras. Un día le ordenaron que fuese a inspeccionar los mynocks de un módulo de combustible.

Sin embargo las órdenes no especificaban la hora de regreso, por ello BLX permaneció observando a los mynocks hasta el momento en que considero que tenía suficiente información. En las tres semanas intermedias los droides supervisores asumieron que había caído presa de los mynocks y asignaron su trabajo  a un nuevo droide obrero. Debido a las dimensiones de las instalaciones de Fondor, tardaron casi un año en darse cuenta de que a dos droides se les había encomendado la misma tarea. Como a Bollux no se le había borrado la memoria en todo ese tiempo desarrolló una personalidad. El personal le cogió cariño al droide ascendiéndolo a supervisor y haciéndole modificaciones estructurales y otras mejoras. A pesar de su popularidad finalmente fue reemplazado por un droide muevo y más barato, y vendido como excedente.
Viajó por toda la galaxia trabajando en diferentes tareas. Construyó cúpulas de supervivencia y campos para una inspección planetaria Equipo Alfa, trabajó en una cuadrilla de construcción para sistemas de control meteorológico, fue el peón del zoológico ambulante de Gan Jan Rue. Incluso se unió a una unidad del ejército de la República Galáctica para construir fortificaciones, seguido por una tarea de técnico supervisor para una colonia minera de las Fundiciones Trigdale. Con cada trabajo buscaba mejorarse ofreciéndose voluntario para nuevas modificaciones. Todos los trabajos terminaban de la misma forma: era reemplazado por un modelo más moderno y vendido. En algún momento de esta existencia nómada, utilizó el alias de Zollux por razones inexplicables.

Bollux finalmente cayó en manos de un grupo de malhechores que lo ganaron en un juego de dados. Estos delincuentes se lo vendieron al técnico forajido Klaus “Doc” Vandangante para una mejora de un motivador de hiperpropulsión. Doc y su hija Jessa trataron a Bollux como una parte de la familia. Jessa utilizó a Bollux como conejillo de indias de sus habilidades mecánicas haciéndole más y más mejoras. Le movió algunos componentes internos creando una cavidad en su pecho para albergar al droide hacker Max Azul. Ambos droides se harían buenos amigos y Bollux desarrolló unos sentimientos casi paternales hacia el pequeño droide. Para liberar a Doc y otros prisioneros de la Autoridad del Sector Corporativo (CSA), Jessa le prestó a Han Solo a Bollux y Max Azul.

Bollux coló a Max Azul en Orron III junto con Han Solo y sus aliados para encontrar la localización de los prisioneros. Bollux los ayudó en su huída de Orron III y más tarde se las apañó para vencer al droide gladiador del Viceprex Mirkovig Hirken de la CSA, el verdugo Mark X en El confín de las estrellas metiéndose debajo de sus bandas de rodamiento y rajándole los cables. Mientras Solo y los otros intentaban escapar de los guardaespaldas de Hirken, Uul-Rha-Shan disparó a Solo que trataba de salvar a Bollux. Bollux se lanzó sobre Solo para protegerlo. Sin embargo perdió su cabeza y sólo se salvó la personalidad de Bollux que Max Azul guardaba en su memoria. Tras liberar a los prisioneros y huir de El confín de las estrellas los técnicos forajidos proporcionaron a Bollux un nuevo cuerpo mejorado y liberaron a ambos droides.
Escogieron seguir con Han Solo y Chewbacca en el Halcón Milenario durante algún tiempo para ver la galaxia, pagando su billete con su trabajo. Ayudaron a los dos contrabandistas en varias aventuras incluyendo la destrucción de una red de traficantes de esclavos en el Sector Corporativo y la búsqueda del tesoro perdido de Xim el Déspota en la Hegemonía Tion, haciendo que los robots de guerra  de Xim se destruyesen todos al mismo tiempo al ordenarles que se situasen todos encima de un puente, lo que provocó el derrumbe del mismo. Tras una búsqueda en la que se vieron envueltos en Dellalt, Bollux y Max Azul dejaron a Han Solo. El historiador Skynx contrató a Bollux y a Max Azul para que le ayudasen a catalogar en Dellalt el tesoro de Xim (en su mayoría artesanía) para que Skynx profundizase en las conquistas y aventuras de Xim
Bollux es un extraño ejemplo de droide libre, que no tiene amo. Lo que el destino deparó estos droides por ahora no ha sido documentado, aunque durante algún tiempo siguieron enviando holotarjetas a Han Solo.

Segunda Estrella de la Muerte


SEGUNDA ESTELLA DE LA MUERTE

Tres años después de la destrucción de la Estrella de la Muerte, el Imperio volvió a demostrar su naturaleza maléfica con la construcción de la segunda Estrella de la Muerte en una remota región del espacio. Afortunadamente para la galaxia, el Imperio nunca concluyó este monstruoso planetoide. El conocimiento de su existencia le fue comunicado a los mandos Rebeldes por los espías bothanos. La Alianza pudo conocer con precisión la posición exacta del lugar de la construcción de la Estrella de la Muerte y la oportunidad de destruir la estación.
Pero la información obtenida era una trampa. El astuto Emperador Palpatine dejó que la Rebelión descubriese la Estrella de la Muerte para poder atrapar la creciente flota rebelde. La segunda Estrella de la Muerte no era tan vulnerable como los Rebeldes pensaban.
Para asegurarse de que la Estrella de la Muerte podría destruir a la flota de la Alianza, Palpatine confió la fase final de la construcción a su aprendiz Sith, Lord Darth Vader. Vader motivó al comandante de la Estrella de la Muerte, Moff Jerjerrod, para que la estación estuviese operacional cuando el Emperador llegase para su inspección.
La segunda Estrella de la Muerte no era una esfera completa. Aunque la mayor parte de la estación de batalla era reconocible y visible, había grandes zonas de la superficie expuestas y su esqueleto era visible. Para proteger la medio completa estación durante su construcción, el Imperio proyectaba un inmenso escudo deflector desde la cercana luna boscosa de Endor. El escudo era lo suficientemente fuerte como para protegerla del ataque de naves capitales o cazas.
 La Alianza envió un comando a la superficie de la luna para desactivar el escudo mientras la flota rebelde surgía del hiperespacio para destruir la estación. Al contrario que su predecesora, el núcleo de la segunda Estrella de la Muerte tenía que ser destruido por un ataque directo en el interior de la superestructura, que hiciese explotar la planta de energía.
El comando fue apresado por los imperiales y cuando la flota Rebelde llegó, el escudo deflector estaba intacto. Y lo que era peor, el superláser era operacional y empezaba a destruir cruceros rebeldes Mon Calamari con cada disparo. El general Lando Calrissian inició una atrevida y arriesgada táctica para ponerse a tiro de la flota imperial, lo que limitaría los blancos posibles para la Estrella de la Muerte.
Ayudados por los nativos Ewoks de Endor el comando liderado por Han Solo y Leia Organa, consiguió infiltrarse y destruir el complejo que albergaba el generador de escudo.
Sin el escudo, el general Lando Calrissian guió a los cazas de la Alianza al interior de la Estrella de la Muerte. Allí él y Wedge Antilles lanzaron un ataque que convirtió el núcleo en una inmensa bola de fuego que destruyó la estación.
El cuerpo del Emperador Palpatine se consumió en la explosión. La flota imperial nunca se recuperó del fracaso, lo que convirtió la destrucción de la Estrella de la Muerte en la destrucción del Imperio. Mientras los fragmentos de la batalla se consumían en la atmósfera de Endor, la celebración por la liberación se extendió por los bosques y por toda la galaxia.

 

UNIVERSO EXPANDIDO

Fue un milagro que Bevel Lemelisk sobreviviese tras la destrucción de la primera Estrella de la Muerte para diseñar una segunda superarma, pero de algún modo lo logró. Su obra continuó con intentos como las armas Tarkin e incluyó características que corregían los errores cometidos con la primera estación de batalla.
En vez de pozos de ventilación para liberar el resto de calor del reactor, la segunda Estrella de la Muerte podía dispersar la energía sobrante a través de una serie de conductos milimétricos.
La segunda Estrella de la Muerte tenía un diámetro de 160 kilómetros, era mayor que la original y poseía un superláser de mayor poder. No solo su rayo era más devastador, también podía disparar con mayor rapidez y puntería.
En la segunda Estrella de la Muerte, si se hubiese llegado a completar, habría tenido alrededor de 30,000 baterías turboláser, 7,500 cañones láser, 5,000 cañones de iones y 768 rayos tractores.

Etapas de la construcción de la segunda estrella de la Muerte
La primera fase se centró en el montaje de las piezas necesarias para la construcción del núcleo del reactor principal (una décima parte del diámetro de toda la estructura) y de las inmensa columna polar que distribuye la energía y estabiliza la rotación. Un cuarteto de conductores de reactor se extiende hasta lo que es la circunferencia de la estación y dos de ellos emergen exactamente en el ecuador. Hay paneles de condensadores en torno al núcleo del reactor.
Se añadieron conductos secundarios tanto a la columna como a los cuatro del reactor y a continuación se construyeron las zonas ecuatoriales que contienen importantes instalaciones de atraque y los impulsores que hacen girar la estación.
Con los sistemas del núcleo y del ecuador terminados, los equipos dieron prioridad al arma principal. Sólo Vader y unos pocos asesores del Emperador sabían que el plan de Palpatine era dejar la mayor parte de la base inacabada y hacer creer al a Alianza que el superláser no funcionaría cuando se produjese el ataque rebelde.

Bantha


BANTHA

Los banthas son unos grandes cuadrúpedos peludos con ojos brillantes e inquisitivos. Un par de largos cuernos en espiral surgen del cráneo del macho. En el desértico mundo de Tatooine, los banthas se usan como bestias de carga entre los granjeros de humedad, y como leales monturas entre los salvajes guerreros tusken.


UNIVERSO EXPANDIDO

Es uno de los herbívoros más adaptable de la galaxia, por ello, los banthas pueden encontrarse por toda la galaxia, un extraordinario misterio que todavía no ha sido explicado. Esta intrigante distribución ha justificado la aparición de una religión centrada en el bantha. Los monjes Dim-U  veneran el enigma de este orgulloso animal.
Son capaces de sobrevivir en cualquier entorno y pasar sin comer ni beber durante semanas. Aunque existen varias subespecies de bantha todos comparten unas características similares: están cubiertos por una espesa capa de pelo y tienen unos largos cuernos en espiral. Un bantha adulto normal mide entre 2 y 3 metros de alto y llega a pesar unos 4000 kilos (4 toneladas). Pueden llegar a vivir hasta 100 años y alcanzan la madurez sexual a los 20.
Los toros (al macho suele llamársele toro y a la hembra vaca) son un poco más grandes que las vacas y ambos poseen cuernos. Los cuernos de la mayoría de las vacas tienen una única espira, mientras que los de los toros pueden llegar a tener dos espiras completas. Estos distintivos cuernos crecen a razón de un nudo por año. El grosor y estado de los cuernos son un buen indicador de la salud del bantha.
Los toros luchan golpeándose las cabezas en un combate ritual. Por culpa de las espiras de los cuernos, a veces los toros se enredan lo que casi siempre representa la muerte para ambos banthas.
Estos animales utilizan su hábil y sensible lengua como una especie de mano que les permite coger la hierba y matojos del suelo y después comerlos.
Viajan en manadas de más de 25 individuos liderados por la hembra más vieja y fuerte. Cuando la manada se hace demasiado grande se divide en dos siendo liderada la nueva manada por la segunda hembra.
El período de gestación es de 30 meses y las crías al nacer pesan unos 50 kilos. Las vacas producen leche azul para amamantar a sus crías, además esta leche es una bebida muy apreciada por los humanos.
Los banthas son domesticados fácilmente. Se usan como bestias de carga por toda la galaxia. La carne de bantha y su leche son productos alimenticios comunes, y las botas de piel de bantha, las chaquetas y otras prendas son muy populares.
Las diferentes razas de banthas poseen distintas características físicas adaptándose a los distintos ambientes. Aunque normalmente son dóciles, los banthas agresivos, como los que se pueden encontrar en Talasea, son muy peligrosos. Algunas subespecies de bantha pueden crecer hasta alcanzar pesos prodigiosos y llegar a medir hasta cinco metros de alto. Aunque todos los banthas son herbívoros, sus afilados cuernos y los pisotones pueden representar un peligro si la bestia es asustada o provocada.

viernes, 29 de junio de 2012

Chewbacca


CHEWBACCA


Leal, incluso en situaciones de gran riesgo personal, fuerte como un gladiador y tan inteligente como el graduado más brillante de una academia, este wookiee de más de dos metros de altura es un auténtico héroe de la Rebelión, así como un buen amigo de sus líderes.
Nacido en el planeta arbóreo de Kashyyyk y con más de doscientos años de edad, Chewbacca ha vivido como esclavo, contrabandista y estupendo piloto y mecánico. A pesar de todo, siempre ha sido la conciencia de cuantos le rodeaban.
Pero eso no lo convierte en un pacifista. Puede arrancar los miembros de cualquier criatura con sus propias manos y su arma favorita es la ballesta, un arma hecha a mano que dispara ráfagas explosivas de energía. Una bandolera cuelga del hombro izquierdo de Chewie y contiene suficiente armamento extra como para enfrentarse a una escuadra de tropas de asalto. Pero a veces sus temibles gruñidos y rugidos – la base del lenguaje wookie – transmiten su miedo, especialmente a lo desconocido.
Chewbacca jugó un papel de gran importancia en las Guerras Clon durante la Batalla de Kashyyyk supervisando junto con Tarfful y Yoda la confrontación entre el Gran Ejército de la República y las fuerzas droides invasoras.
Tras la proclamación de la Orden 66, Chewbacca ayudó a Yoda a eludir a los soldados clon y a huir del planeta en una cápsula de escape.
En la cantina de Mos Eisley, un colega contrabandista llamado BoShek le presentó a Chewie a un anciano que quería un transporte seguro a Alderaan. En un principio parecía un vuelo privado normal: llevar al anciano, un joven granjero y dos droides a Alderaan sin hacer preguntas. El grupo parecía inofensivo y ellos necesitaban el dinero. Pero lo que menos pensaba Chewie es que este encuentro casual lo conduciría a una serie de aventuras que cambiarían su vida para siempre.
Cuando Chewbacca le presentó a Obi-Wan Kenobi a Han Solo, pensó que era la solución para saldar su deuda con Jabba el Hutt, pues Kenobi ofreció 17.000 créditos por el transporte. Una vez cerrado el trato acordaron encontrarse en el muelle de embarque 94. En ese momento Chewie y Han descubrieron que el grupo estaba formado por fugitivos del Imperio. Eludiendo a los soldados de asalto y una ráfaga de blaster pesado, el Halcón Milenario abandonó Tatooine.
Al llegar al sistema Alderaan, el grupo descubrió horrorizado que el planeta había sido destruido. Chewie y Han se enteraron de que una rica princesa se encontraba prisionera en la Estrella de la Muerte. Han, consciente de que él y Chewbacca podían ganar una fortuna siguió a Luke Skywalker en un arriesgado plan para salvarla. Con un rugido de desaprobación, Chewie aceptó llevar puestas unas esposas y embarcarse con Han y Luke en el arriesgado rescate.
El plan no era muy brillante y al final acabaron todos, rescatadores y rescatada, en un compactador de basura. Gracias a la oportuna intervención de C-3PO y R2 se libraron de morir aplastados y salir del compactador.
Tras una serie de persecuciones e intercambio de disparos con los soldados de asalto, el Halcón logró huir de la estación con la Princesa Leia a bordo.
La nave se dirigió a la base secreta de la Alianza en la cuarta luna de Yavin, donde los rebeldes planearon un ataque desesperado a la Estrella de la Muerte. Todos esperaban que Han y Chewie participasen en el ataque, pero Han se negó. En esos momentos solo le importaba cobrar su recompensa y largarse para pagar a Jabba el Hutt. Pero a mitad de camino Chewbacca lo persuadió para regresar.
En el punto álgido de la batalla, el Halcón dio media vuelta para salvar a Luke de la persecución de los TIE y permitirle destruir la estrella de la Muerte.
La princesa Leia y la Alianza Rebelde reconocieron los méritos de Chewie en la celebración de la victoria tras la batalla. Chewie estaba orgulloso de ocupar un puesto entre los héroes de Yavin (a pesar de que a él no le impusieron ninguna medalla)
Has que se encontraba ahora en el planeta helado de Hoth, en la Base Eco de la Alianza, quería reparar el Halcón antes de volver a Tatooine para hablar con Jabba. Pero pronto supieron que el Imperio había descubierto la posición de los rebeldes. Como no podían marcharse debido al escudo planetario, tomaron parte en la defensa de la base. Finalmente Han y Chewie abandonaron la base junto con la Princesa Leia mientras eran perseguidos por las naves imperiales. Pero la hiperpropulsión del Halcón estaba averiada, lo cual los llevó a meterse en un campo de asteroides para poder eludir la persecución imperial. Allí aterrizaron en uno de los asteroides y Chewie utilizando toda su paciencia y habilidad mecánica trató de repararla. Pero todo fue inútil. Al final decidieron ir al sistema Bespin, residencia de su amigo Lando Calrissian, par hacer las reparaciones necesarias.
Cuando el Halcón aterrizó en la Ciudad de las Nubes, su amigo les dio una cálida bienvenida- pero más tarde, Chewie descubrió que Lando los había vendido a Darth Vader y al Imperio.
Todos ellos eran el cebo de una compleja trampa para capturar a Luke. Han iba a ser congelado en carbonita y Chewie enfurecido empezó a derribar a los guardias a diestra y siniestra- pero Han intervino y por una vez dijo algo sensato. Convenciendo al wookiee  de que resistirse no serviría de nada. Lo necesitaba para proteger a Leia en su ausencia.
Chewbacca rugiendo de impotencia y desesperación vio como su mejor amigo descendía al interior de la cámara de congelación. Pese a que Han sobrevivió al proceso, fue entregado a Boba Fett, quien planeaba entregar a Han a Jabba. Vader quería que Chewbacca y la Princesa fueran conducidos a su nave como prisioneros, esto acabó de convencer a Lando para cambiar de bando y ayudarlos a huir. Chewie estaba furioso con Lando y solo su promesa de ayudarlos fue lo que evitó que el wookie lo estrangulara.
Chewie, Luke, Leia y Lando se reunieron con el grueso de la flota rebelde para planear el rescate de Han.
Al infiltrarse en el palacio de Jabba el Hutt, Chewie se haría pasar por un prisionero, mientras Luke y Leia ejecutaban el plan para liberar a Han del bloque de carbonita y acabar con Jabba de una vez por todas.
Con Jabba fuera de juego, los rebeldes centraron toda su atención de nuevo en el Imperio y su nueva Estrella de la Muerte aún en construcción. Una vez más Chewbacca iba a participar en una misión de sabotaje de la Alianza, al acompañar a un grupo de comandos a la luna boscosa de Endor que, con su frondosa vegetación e inmensos árboles no era muy distinta de su planeta natal. Con todo, en uno de sus momentos menos inspirados y cediendo ante su inmenso apetito, activó una trampa que hizo que el grupo fuera capturado por los ewoks.
Chewbacca una vez se ganó su confianza, trabajó duro con ellos. Durante la Batalla de Endor, Chewie y dos entusiastas guerreros ewok, capturaron un caminante AT-ST y lo utilizaron para dar un vuelco a la batalla a favor de los rebeldes que consiguieron la victoria.

UNIVERSO EXPANDIDO

Chewbacca dejó Kashyyyk a la edad de cincuenta años estándar para explorar la galaxia. Las cosas parecieron ir bien durante los siguientes 140 años, hasta que fue capturado por traficantes de esclavos y vendido a las fuerzas imperiales. Su planeta había sido sometido muchos años antes, sin que él lo supiera. Severamente maltratado en los campos de trabajo, Chewie fue rescatado de una muerte segura por un joven e imprudente cadete imperial llamado Han Solo.
Salvar la vida de Chewbacca se convirtió en una deuda de vida a favor de Solo y Chewie se convirtió en el primer protector y después amigo de Han.
Expulsado del ejército, Solo tenía pocas opciones de no volver a la vida de forajido que él conocía tan bien. Ambos se convirtieron en un dúo de contrabandistas muy bien conocido. Cuando adquirieron el Halcón Milenario, sus proezas se hicieron legendarias.
Chewie y Solo se pasaron muchas horas modificando y remendando su querido Halcón, llevándolo más allá de sus especificaciones originales. Aunque el mantenimiento del Halcón era un trabajo de amor, en muchas ocasiones Chewie soltaba su legendario temperamento contra el recalcitrante carguero golpeando con sus manos peludas los delicados componentes que se negaban a funcionar.
Chewbacca también se convirtió en la conciencia de Solo. Aunque es contrabandista mantenía una apariencia de mercenario que rehusaba afiliarse a cualquier ideal que no fuese su auto-preservación, Chewie era el más compasivo de ambos. Tal vez fuese el sufrimiento infligido a su gente por el Imperio lo que hacía que Chewbacca fuese así.
Aunque Solo evitó cualquier contacto con la Alianza, Chewie apoyaba la causa rebelde, aunque ambos trataban de evitar toda clase de conflictos.
En los albores de su carrera de contrabandista, Chewbacca dejó pasmado a Han Solo cuando al visitar Kashyyyk se casó con una wookiee llamada Mallatobuck. Solo nunca creyó que Chewie fuese un wookiee de familia, pero las costumbres wookiee permitían que Chewbacca siguiese con sus aventuras con Han, protegiéndolo tal y como demandaba la deuda de vida wookiee, mientras seguía siendo marido y padre. El hijo de Chewbacca, Lumpawarrump, fue criado por Malla y el padre de Chewie, Attichitcuk. Chewie siguió volando por las pistas espaciales evitando las patrullas imperiales y llevando contrabando para varios clientes, pero con frecuencia volvía a Kashyyyk para celebrar la fiesta wookiee “el día de la vida”.
En un viaje de contrabando de especias para el que habían sido contratados por el criminal Jabba el Hutt, se vieron forzados a lanzar por la borda todo un cargamento de especia brillante para evitar ser capturados por los imperiales. A causa de esto Han y por defecto Chewie se convirtieron en el foco de las iras de Jabba.
Tras eludir a los secuaces del criminal, fueron a Mos Eisley donde pensaban buscar un medio para pagar la deuda con Jabba. Irónicamente un trabajo de tercera clase los hizo aterrizar de lleno en el corazón de la Alianza Rebelde.

Moto Jet

MOTO JET

Volando a increíbles velocidades en misiones de patrulla y reconocimiento, la moto jet imperial es un esbelto transporte de repulsión para una persona. La ligera moto puede alcanzar velocidades que superan los 500 kilómetros por hora.
Las moto jets del Imperio cuentan con armaduras de chapa, dos balancines, cuatro aspas direccionales situadas en los dos balancines que le dan maniobrabilidad a la moto.
Los controles de maniobra se encuentran en unas palancas que están a la altura de los hombros. Los controles de altitud y velocidad están en los pedales, montados en el balancín.
Situado justo delante del asiento, hay un panel con los botones e interruptores que controlan los comunicadores, sensores y controles de armamento. Suspendido del chasis, hay un único cañón láser.
Las moto jets formaron parte de los esfuerzos del Imperio para patrullar los bosques de Endor. Pero un comando rebelde dirigido por Han Solo y la Princesa Leia, logró eliminar una patrulla de exploración del perímetro, lo que permitió a los rebeldes tener el camino libre hacia la base del generador de blindaje.

UNIVERSO EXPANDIDO

Aunque el Imperio utiliza diversos tipos de vehículos repulsores, su preferido es la moto jet Aratech 74-Z. Aratech, fabricante de vehículos para uso civil, diseñó un vehículo muy eficiente y rápido, perfecto para las tropas exploradoras imperiales. El arsenal imperial incluye otros modelos de motos como la Aratech 64-Y o el Mobquet TrailMaker III.

Los exploradores que utilizan estos vehículos trabajan en brigadas llamadas “lanzas”. Cada lanza está formada por cuatro exploradores estándar con moto jet y un sargento al mando. Los exploradores imperiales que usan las moto jets, pueden explorar e inspeccionar una porción de territorio mucho mayor que los que utilizan cualquier otro tipo de vehículo.

Las tropas con moto jets se dedican normalmente a la exploración. Los cascos de los exploradores de estos vehículos tiene placas de visión macrobinocular, una serie completa de sensores y un ordenador para marcar el terreno, que les ayuda a navegar por zonas desconocidas a altas velocidades.

Blue Max


BLUE MAX (MAX AZUL)

En sus inicios Max Azul, el droide hacker, era uno de los pocos procesadores positrónicos B2-X fabricado por Meren-Data como parte de un experimento para la inteligencia imperial.
Eran unas pequeñas cajas que tenían una memoria superior  a la de otras unidades mucho más grandes, y su programa también era más eficaz. Pero no solían obedecer a su programación, por ello los ingenieros de Meren-Data abandonaron el proyecto. Los pocos BX-2 que se produjeron, fueron aprovechados por los delincuentes ya que su energía y tamaño los hacían útiles para sus actividades delictivas.

Max Azul cayó en manos de una cazarrecompensas que desconocía el valor de aquella “caja azul” y se lo entregó al técnico forajido “Doc” Vandangante como pago, todo un sueño para un hacker.
Como modelo imperial que era, el modelo B2-X tenía una personalidad adusta, pero los técnicos de Doc corrigieron ese defecto y crearon a Max Azul. El resultado final fue una personalidad alegre, espabilada y chispeante que junto con su nuevo y mejor vocalizador le proporcionó a Max Azul la conducta de un niño travieso.
Como Max Azul no tenía forma de moverse por si mismo, le hicieron una especie de nido en una cavidad del droide Bollux. Juntos Max Azul y Bollux se convirtieron en compañeros y amigos. El más viejo y experimentado de los droides se convirtió en el mentor del impaciente joven.
De azul oscuro y construido con forma de cubo, el droide procesaba datos que escaneaba con un brillante fotorreceptor rojo y traducía con un sintetizador de pronunciación. Estaba equipado con un conjunto de sondas para ponerse en contacto con una gran variedad de redes de comunicación. Sus procesadores y su software podían despistar al mejor de los sistemas de la CSA.
Cuando Doc desapareció, Jessa, la compañera de Doc, contrató a Han Solo y Chewbacca para rescatarlo. Bollux y Max Azul acompañaron a Han en su misión que acabó en la penitenciaría conocida como “Fin de las Estrellas”. En otra ocasión ambos droides ayudaron a Solo cuando fue chantajeado y obligado a realizar un transporte de esclavos. En otra ocasión acompañaron a Han cuando salió en busca de la Reina de Ranroon, una nave muy valiosa que había desaparecido hace tiempo.
Gracias a su heroísmo Max Azul y Bollux ganaron su libertad. Ambos droides estuvieron de acuerdo en trabajar para Han Solo durante algún tiempo a cambio de transporte. Su paradero actual es desconocido.

Besalisko


BESALISKO
Los besaliskos son una especie aviar procedente del planeta Ojom. Aunque existen unas pocas colonias fuera del escasamente poblado planeta. Por ello nunca han tenido representación en el Senado Galáctico.
Un miembro notable de esta especie fue Dexter Jettster, un ser brusco y honesto que era propietario de una cafetería en el distrito Coco Town de Coruscant. Debido a su amplia experiencia era tenido por un buen informador. Obi-Wan Kenobi acudía a él cuando necesitaba información. Él fue quien informó a Kenobi de la posible procedencia del dardo envenenado que mató a Zam Wesell.

UNIVERSO EXPANDIDO
Los besaliskos tienen cuerpos fuertes con múltiples brazos musculosos, una cresta huesuda en la cabeza rodeada de plumas y una enorme boca de la que cuelga un gran saco flexible.
Los machos besalisko tienen, cuatro brazos, mientras que las hembras pueden tener hasta ocho como mucho. Pero a pesar de tener tantos apéndices, cada besalisko tiene una mano primaria y como los humanos pueden ser zurdos o diestros. Sus cerebros no son lo suficientemente complejos como para dar una gran coordinación a los miembros. Una besalisko puede agarrar objetos en todas sus otras manos, pero no puede utilizar más de cuatro para hacer una tarea específica al tiempo. Por ejemplo, una hembra utilizando sus ocho brazos puede tener cuatro brazos trabajando independientemente, pero los otros cuatro deben de trabajar de acuerdo con el primario. Esta característica entra en juego cuando los besaliskos están enzarzados en un combate cuerpo a cuerpo ya que no son capaces de utilizar armas de forma independiente en cada uno de sus brazos. Muchos besaliskos simplemente llevan una o dos (algunas hembras hasta pueden llevar tres) de sus armas más efectivas empuñadas en los brazos emparejados con su mano primaria.

Tristemente, los besaliskos son sujeto de muchas ideas falsas. Para empezar, aunque descienden de aves, a menudo son confundidos con una especie reptil. Tienen una bolsa de piel colgando de la barbilla que es similar a las que a menudo se ven tanto en pájaros como en reptiles, pero su piel escamosa es la fuente de la idea de que son miembros del último grupo, ya que tiene bocas con dientes y manos con afiladas uñas.

También, como tienen normalmente una gran corpulencia las otras razas ven a los besaliskos como unos glotones, pero en realidad almacenan comida y agua en sus cuerpos durante semanas permitiéndoles pasar largos períodos de tiempo sin comer o beber. También es habitual ver a los besaliskos sudando mucho, lo que da la impresión de que están, nerviosos o enfermos. Sin embargo, sus cuerpos simplemente están acostumbrados al clima glacial de Ojom y no reaccionan bien a los climas más cálidos.
Como muchas aves, los pollitos besalisko salen de un huevo que las hembras ponen durante la estación cálida. Una hembra suele poner dos huevos de cada vez y a partir de este momento es el macho el que la releva en su tarea, manteniéndolos en su marsupio, una zona de piel abdominal del macho, que cae sobre los huevos y los mantiene cerca de su cuerpo para calentarlos.
Los besaliskos son monógamos y se emparejan de por vida tras un largo cortejo en el cual la hembra escoge, y a veces lucha por el macho de su preferencia. Tales competiciones pueden volverse violentas al alargarse la búsqueda de una pareja. La búsqueda de machos puede tener lugar en cualquier momento del año solar de Ojom, pero cada comuna tiene actos específicos para reunir y elegir pareja durante los meses más cálidos.
Ojom es un planeta terriblemente frío, cubierto de enormes glaciares que recorren la superficie de los océanos del planeta. Los besaliskos viven en grupos en cada uno de esos glaciares. Estas comunas están compuestas por al menos un millar de familias nucleares y están gobernadas por un líder electo que actúa como árbitro en cualquier disputa. Cuando la población supera un número específico, el líder pide voluntarios de las familias para iniciar una nueva comuna, en un intento de que todos los grupos tengan el mismo tamaño.

Otros que no sean sus árbitros comunales no pueden gobernar al pueblo y por esa razón nunca tuvieron representación en el Senado de la Antigua República. Parece que prefieren su autonomía permitiendo a otras especies que se ocupen de los asuntos galácticos. Y así su independencia se ha cobrado un precio. Durante el período de la dominación imperial, los besaliskos estuvieron amenazados con la esclavitud.
Para evitar este destino, muchas comunas individuales hicieron tratos con criminales de los bajos fondos, y desde entonces están en deuda con ellos, en particular con los hutts.
En Ojom todo el tráfico interestelar es conducido a través de estaciones espaciales orbitando el planeta, que son mejor bienvenidas por los visitantes de fuera del planeta que por los propios habitantes del planeta. Muchos tratos de negocios besalisko se realizan en esas estaciones espaciales, en especial aquellos de naturaleza turbia. La mayoría de los crímenes violentos que se cometen en estas estaciones son cometidos por otras especies que no son besaliskos. Incluso cuando están envueltos en asuntos de los bajos fondos los besaliskos siguen siendo pacíficos, prefiriendo encontrar emociones mediante la autorrealización antes que dañando o robando a los demás.
En general, los besaliskos son una gente de rápida inteligencia, generosa y sociable. Crean amistades fuertes y duraderas con miembros de todas las especies y pueden ser extremadamente leales cuando le otorgan a un individuo su confianza. Su gran atención por los detalles les permite adaptarse fácilmente a otras culturas y utilizar su tecnología ya que ellos no crean una propia. No obstante tienen una tendencia a ser soñadores poco fiables y a menudo pueden ser volubles, en busca de diversión y aventura. No tienen miedo al peligro y no se dan cuenta del mismo hasta que se encuentran en medio de él. Ciertamente existen excepciones a esta regla, aunque no son muchas y esas pocas son tan atípicas que a menudo pasan por no miedosos. Como resultado de esta naturaleza, muchos de los besaliskos que residen fuera de su planeta están implicados en operaciones de los bajos fondos como contrabando, juego y crimen organizado, generalmente sin comprender la gravedad de lo que están haciendo.

Los besaliskos también pueden ser gregarios y locuaces, deleitándose en hablar de otros, chismorreando y cotorreando por el mero placer de conversar. Como son muy observadores, ven los detalles rápidamente y sin pensarlo. Esto, combinado con su buena voluntad para entablar conversaciones, los convierte en fuentes excelentes para informaciones valiosas.
Además, para la completa frustración de sus jefes de los bajos fondos, parecen tener el hábito de dejar ocasionalmente el trabajo en un intento de tratar de encontrar otros caminos para distraerse y enriquecerse. Como consecuencia, muchos besaliskos han acabado en las listas negras de los bajos fondos, poniéndolos en repetidas ocasiones entre las especies más buscadas de la galaxia.

jueves, 28 de junio de 2012

Obi-Wan Kenobi


OBI-WAN KENOBI
El legendario caballero Jedi, Obi-Wan Kenobi ha tenido una larga y agitada carrera que ha ayudado a conformar el destino de toda una galaxia. Cuando tenía 25 años estándar, se vio envuelto en los importantes acontecimientos que condujeron a la Batalla de Naboo. En ese momento era el aprendiz  padawan del maestro Jedi Qui-Gon Jinn.
Por orden del Canciler Supremo ValorumObi-Wan y su maestro viajaron en secreto a Naboo para negociar un acuerdo pacífico con la Federación de Comercio y así acabar con el bloqueo del planeta. A bordo de la nave de la Federación, los maquiavélicos neimoidianos tendieron una trampa a los Jedi y trataron de matarlos. Kenobi y su maestro escaparon y viajando de polizones en las naves de la fuerza de invasión, llegaron a la superficie de Naboo.
Siguiendo a su maestro, Obi-Wan emprendió viaje desde Naboo a Coruscant. Cuando Qui-Gon llevó ante el Consejo Jedi al joven esclavo liberado Anakin Skywalker, Obi-Wan quedó desconcertado al proclamar Qui-Gon que Anakin era el elegido profetizado por una antigua leyenda Jedi y que él quería que fuese su nuevo padawan reemplazando a Obi-Wan. El Consejo rechazó la propuesta de Qui-Gon de entrenar al chico.
Este fue uno de los desacuerdos que tuvieron Obi-Wan y Qui-Gon durante el tiempo que estuvieron juntos. Jinn más partidario de la Fuerza viviente que de la más serena Fuerza unificadora, era considerado un inconformista por el Consejo Jedi. Obi-Wan le pidió a su maestro que no se enfrentase al Consejo, pero Qui-Gon siempre respondía diciendo que él debía hacer lo que la Fuerza le indicaba.
Durante la liberación de Naboo Qui-Gon y Obi-Wan fueron retados por un mortífero señor del Sith, una amenaza olvidada. Los Sith habían vuelto después de varios siglos de aparente extinción. Por primera  vez en varios milenios un Jedi y un Sith combatían. El oscuro guerrero, Darth Maul, utilizó su increíble velocidad, rabia y sable de luz de doble hoja para defenderse de ambos Jedi. Durante el transcurso del duelo Obi-Wan y Qui-Gon se separaron. Él  pudo contemplar, sin poder hacer nada, como Maul mataba a Qui-Gon. Después él se lanzó contra el lord del Sith y lo mató.
Las últimas palabras de Qui-Gon fueron una petición a Obi-Wan para que entrenase a Anakin a pesar de las objeciones del Consejo. El Consejo finalmente estuvo de acuerdo en que  Obi-Wan tomase a Anakin como padawan, aunque el maestro Yoda tenía grandes reservas sobre ello. El Consejo también otorgó a Obi-Wan el título y rango de Caballero Jedi.
Durante una década Obi-Wan guió al joven Anakin por la senda de la Caballería Jedi. Teniendo que refrenar a un joven buscador de aventuras, Obi-Wan se hizo más sabio -y cínico- con el paso de los años. De acuerdo con su papel Obi-Wan reconocía tanto la fuerza como la debilidad de Anakin y trató de impartir sus lecciones con la misma paciencia y entendimiento con las que su maestro lo instruyó a él.

Después de su regreso de una disputa fronteriza en el mundo de Ansion, Obi-Wan y Anakin fueron llamados por el Canciller Supremo Palpatine para proteger la vida de la Senadora Amidala. Aunque Obi-Wan no tenía una opinión muy buena de los políticos se tomo la misión muy en serio.
El mismo día que empezó su misión la Senadora fue víctima de un nuevo intento e asesinato. Un droide volador introdujo unos miriápodos venenosos en su habitación. 
Obi-Wan y Anakin actuaron rápidamente evitando que le produjeran a Padmé daño alguno. Obi-Wan al ver el androide en el exterior y que emprendía la huída se lanzó a través de la ventana y logró engancharse en él. Esto los llevó a él y a Anakin hasta la caza recompensas Zam Wesell, pero cuando la estaban interrogando un extraño proyectil acabó con su vida.
Dado el peligro que corría Padmé se decidió que se ocultase algún tiempo en Naboo y que Anakin la protegiese.
Mientras tanto Obi-Wan investigaría quien estaba detrás de los atentados.
El extraño proyectil lo condujo al mundo acuático de Kamino donde descubrió que se estaba creando un ejercito de clones, supuestamente encargado por el difunto maestro Jedi Sifo-Dyas. También descubrió que el individuo que había sido utilizado como “padre” de los clones era Jango Fett, un cazador de recompensas que decía haber sido contratado por un tal Lord Tyranus. Cuando Obi-Wan quiso detenerlo y llevarlo ante el Consejo Jedi para ser interrogado, Jango y él se enzarzaron en una pelea de la que Jango pudo huir en el Esclavo I gracias a la ayuda de su hijo clónico Boba. Pero antes de que la nave despegase, Obi-Wan pudo colocarle un rastreador en el casco. Esto lo llevo hasta Geonosis donde descubrió que la Federación de Comercio estaba construyendo un nuevo ejercito droide y que al frente de movimiento separatista se hallaba el Conde Dooku, un antiguo Jedi. Cuando Obi-Wan estaba llamando a Anakin para informarle de lo que allí sucedía, fue atrapado por las fuerzas separatistas. Dooku trató de que se pasase a su lado pero Obi-Wan lo rechazó, por lo cual fue condenado a muerte. Cuando estaba en el estadio esperando su ejecución, trajeron a otros dos prisioneros Padmé y Anakin el cual le dijo que había transmitido su mensaje a Consejo.
Los geonosianos lanzaron contra ellos tres mortíferas criaturas, pero ellos gracias a sus habilidades e ingenio consiguieron deshacerse de ellas. Dooku no estaba dispuesto a que saliesen con vida de allí. Un batallón de droides salió a la arena para acabar con ellos. En ese momento aparecieron los Caballeros Jedi y comenzó lo que sería la primera batalla de las Guerras Clon.
Obi-Wan y Anakin fueron tras Dooku y en un oscuro hangar se enfrentaron a él pero Dooku logró vencerlos dejándolos malheridos y pese a que Yoda trató de detenerlo, Dooku escapó de Geonosis y se reunió con su maestro Darth Sidious.
Como general en las Guerras Clon, Obi-Wan Kenobi sirvió al Senado y a la República heroicamente en numerosos e históricos frentes de batalla. A pesar de sus pérdidas, se convirtió en un experto piloto, aprendiendo varios trucos de su poco ortodoxo padawan cuando el dúo logró una serie de victorias sobre las líneas separatistas. 
Las hazañas de Skywalker y Kenobi se convirtieron en legendarias para la República. Mientras que Anakin era considerado como “El héroe sin miedo” por sus atrevidas hazañas, las tácticas más mesuradas de Obi-Wan le hicieron ganar el sobrenombre de “El Negociador”. Muchas veces Kenobi era capaz de acabar con las hostilidades sin levantar un bláster. Cuando la diplomacia fallaba y se convertía en violencia, el General estaba preparado. Kenobi tenía el control de todo un ejército de soldados clon y el último material militar. Su hombre de mayor confianza, el comandante 2224, también conocido como Cody, le sirvió bien durante las campañas en Cato Neimoidia y otros. 
Durante las Guerras Clon, Kenobi obtuvo el rango de Maestro Jedi y ocupaba un puesto en el Consejo Jedi. Contribuía en los mayores niveles de estrategia Jedi, y esa posición ventajosa le permitía ser testigo de primera mano de las tensiones existentes entre la orden Jedi y la oficina del Canciller.
Cualquier reserva que pudiese tener hacia Palpatine tuvo que olvidarse cuando al Jedi se le encomendó la importante misión de rescatar al Canciller de las garras del General Grievous. El general cyborg del ejército droide lideraba un atrevido ataque contra Coruscant y dirigía el secuestro del Canciller. Obi-Wan y Anakin llegaron a la batalla cuando las naves capitales de la República se enfrentaban con las fuerzas de la Confederación que pretendían huir. Serpenteando en medio de tal caos estaban Obi-Wan y Anakin escoltados por el Escuadrón 7 de las fuerzas aéreas clon. Un ataque de un enjambre de droides zumbadores contribuyó muy poco a que Obi-Wan cambiase su actitud acerca de volar, los diminutos vándalos mecánicos destriparon su nave en pleno vuelo obligándolo a hacer un aterrizaje forzoso en el hangar de la nave insignia del General Grievous.

A bordo de la nave Anakin y Obi-Wan se abrieron camino entre las fuerzas droides mientras corrían para liberar al Canciller. En realidad era una trampa, pero los Jedi no dudaban de sus habilidades tal y como indicaba la estrategia de Obi-Wan: “Hacer saltar la trampa”.
Encontraron al Canciller esposado a un sillón en la gran cubierta de observación de los aposentos del General. Esperando por ellos estaba el Conde Dooku y en vez de un ataque impulsivo y desorganizado como el que había tenido lugar la última vez que se enfrentaron con Dooku, Obi-Wan y Skywalker atacaron al Señor del Sith como un equipo.
Dooku resultó ser un oponente formidable. Con un empujón de la Fuerza lanzó a Obi-Wan contra una pared, como si de un muñeco se tratase. Kenobi quedó inconsciente. Como estaba fuera de combate no pudo ver los últimos momentos del duelo en los que Anakin mató a un desarmado Conde Dooku bajo la fría mirada del Canciller.
Cuando Kenobi se despertó estaba colgado, a los hombros de Anakin que descendía por el hueco de un turboascensor. Los Jedi y el Canciller no sólo estaban luchando contra los droides de batalla, también luchaban contra la enorme nave que se estaba cayendo a pedazos debido a los daños sufridos durante la larga batalla espacial. Cuando trataban de alcanzar el hangar, los tres fugitivos quedaron atrapados en un campo de energía y fueron llevados ante Grievous que estaba en el puente de mando de la nave.
Anakin y Obi-Wan se libraron de sus ligaduras y vencieron a su captores. Grievous huyó dejando a los prisioneros en el abandonado puente de la nave que era arrastrada por la gravedad de Coruscant y empezaba a precipitarse hacia la superficie del planeta. Fueron las habilidades de vuelo de Anakin las que salvaron la situación, logrando que lo que quedaba de nave aterrizase en una zona industrial abandonada.
Con la muerte del Conde Dooku la República pedía una victoria mayor, aunque el Canciller no quería renunciar a ninguno de los poderes que había adquirido durante la guerra. El General Grievous aun permanecía libre, así que el estado de emergencia no podía ser levantado. El siguiente objetivo del Consejo Jedi era traer al General ante la justicia. Esa tarea le fue encomendada a Kenobi.
Pero antes se le había asignado otra dura tarea, no por su dificultada táctica, si no por el escollo que levantaría en su relación con Anakin. El Canciller nombró a Anakin como su representante ante el Consejo. Normalmente el Consejo no permitía que el Canciller se metiese en los asuntos de los Jedi, pero aceptaron a Anakin. Se negaron a concederle el rango de Maestro, decisión que enfureció al joven y poderoso Jedi.

Pero lo que más lo enfureció fue saber lo que había detrás de la aceptación del Consejo, algo que no aparecería en los registros oficiales del Consejo. Querían que  Anakin informase de las actividades del Canciller, él estaría espiando al líder de la República. Anakin estaba turbado. Él consideraba a Palpatine y a Obi-Wan como sus amigos más íntimos y ahora ambos le pedían que espiase al otro.
Obi-Wan cada vez estaba más preocupado por el mal genio de Anakin. Se dirigió a Padmé para hablar de los problemas de Anakin, para tener alguna pista de su agobio. Desafortunadamente este acercamiento a Padmé sólo alimentó las sospechas irracionales de Anakin que pensaba que todos conspiraban contra él.
Cuando un informe de la inteligencia clon desveló que el General Grievous había huido a Utapau, Obi-Wan llevó tres batallones al planeta. Él se anticipó a ellos para explorar el área por si mismo antes de que llegasen sus fuerzas. Aterrizó en una gran ciudad construida en un enorme pozo del planeta del Borde Exterior. Allí contactó  con el Administrador Portuario Tion Medon. El alto utapauno le dijo que el planeta estaba bajo la ley marcial Separatista y que el líder Separatista, el General Grievous estaba en el planeta, en el décimo nivel de la ciudad.
Kenobi, cabalgando a lomos de un leal lagarto llamado Boga, subió hasta el décimo nivel y encontró a Grievous. Se enfrentó al general respaldado por las fuerzas de la República lideradas por el comandante Cody. La batalla de Utapau comenzó con la confrontación de Obi-Wan y el general.
El general droide había sido entrenado en el combate con sable láser por el Conde Dooku. Grievous carecía de la finura de un maestro espadachín y en su lugar utilizaba la fuerza bruta y remolinos con los sables contra Kenobi. La anatomía artificial de Grievous le permitía utilizar cuatro sables a la vez y girarlos como mortales sierras circulares, pero como no podía utilizar la Fuerza, Kenobi era capaz de anticiparse a sus golpes y desviarlos. Obi-Wan cortó algunas de las manos de Grievous forzando al General a huir.
Grievous se subió a su moto-rueda y huyó por los pasillos y corredores de la ciudad. Kenobi le siguió montado en Boga, saltando sobre el vehículo de Grievous y lanzándolo al suelo. En la lucha cuerpo a cuerpo que siguió Grievous y Kenobi  se intercambiaron fieros golpes en la plataforma de aterrizaje secreta del general.
Grievous tenía la ventaja de la fuerza física de un cuerpo protegido por una armadura. Kenobi casi es vencido pero en el curso de la lucha arrancó las placas que protegían los órganos internos del general.
Empuñando la pistola blaster de Grievous, Kenobi disparó al general. El disparo inflamó el saco torácico presurizado del general quemando sus órganos vitales. El general estaba muerto. La guerra había acabado.
Pero la traición de las fuerzas clon había comenzado. Sin saberlo Obi-Wan, en Coruscant Palpatine había puesto en marcha su plan maestro. El Canciller había promulgado la Orden 66, una orden secreta que volvería a cada comandante clon en contra de sus generales Jedi. Totalmente leal a la República Cody creía que todos los Jedi conspiraban contra ella. Los clones abrieron fuego contra Kenobi. Escapó por los pelos de Utapau.
Huyendo del planeta a bordo del caza del General Grievous, Kenobi hizo contacto con Bail Organa y el Maestro Jedi Yoda. El leal senador les informó de que el Templo Jedi había sido atacado por las fuerzas clon y Yoda confirmó que todos los clones se habían vuelto contra los Jedi por toda la República. El señalizador de emergencia del Templo Jedi mandaba a todos los Jedi que volviesen a casa. La señal era una trampa para atraer a los Jedi dispersos a Coruscant. Yoda y Obi-Wan comprendieron que  tenían que apagar esa señal para preservar la Orden Jedi.
De vuelta a Coruscant, Kenobi y Yoda se encontraron el Templo en ruinas y Jedi muertos sobre el una vez pulido suelo. Los cuerpos estaban quemados por disparos láser, pero algunos mostraban las marcas de un sable láser. Kenobi comprendió la  terrible realidad, una sospecha verificada por las grabaciones holográficas del ataque. Anakin Skywalker había causado esta destrucción. Había sucumbido al lado oscuro. El Canciller era Darth Sidious y Skywalker su nuevo aprendiz, llamado ahora Darth Vader.
Kenobi fue junto a Padmé para contarle las terribles noticias y saber del paradero de Anakin. Padmé estaba atónita y aunque sabía donde estaba Skywalker no se lo dijo a Kenobi. Sabía que la siguiente misión de Kenobi era detener a Anakin, e incluso matarlo. Para proteger a su amado y padre de su futuro hijo, Padmé partió en secreto de Coruscant para enfrentarse a Anakin.
Kenobi se coló en su nave. Al llegar a Mustafar, Kenobi salió de la nave cuando los dos enamorados estaban juntos. Padmé estaba desencajada por la transformación de Anakin. Le rogó que abandonase el lado oscuro. Pero cuando Anakin vio a Kenobi salir de la nave enloqueció. Acusó a Padmé de traicionarlo y utilizó la Fuerza para estrangularla. Kenobi fue testigo de la maldad de Anakin y atacó a su antiguo alumno.
El duelo que siguió fue un crisol de leyendas. Los dos increíbles guerreros blandieron su hojas por toda la instalación industrial de Mustafar, incluido el peligroso terreno volcánico que los rodeaba. El duelo transcurrió sobre la dura superficie de Mustafar con Obi-Wan y Vader luchando sobre plataformas repulsoras que flotaban sobre los ríos de lava ardiente. El duelo volvió a tierra firme cuando Kenobi saltó a la orilla de arena negra de unos de los ríos de lava. Él tenía la ventaja táctica del terreno elevado. Le pidió a Vader que no lo atacase por que era un combate que no podía ganar. Pero la arrogancia del señor Sith pudo más. Anakin saltó hacia Kenobi y Obi-Wan le cortó las piernas y uno de sus brazos con un simple mandoble. El cuerpo herido de Anakin cayó rodando por la arena hasta el borde del río. Obi-Wan estaba confuso. El supuesto elegido ya no lo era y había traído mucha destrucción a la galaxia. Los Jedi habían desaparecido. El Canciller ahora gobernaba la galaxia y el joven héroe que él había llegado a considerar como su querido hermano, yacía sobre la abrasadora grava de un planeta infernal. El calor del río hizo que le cuerpo de Anakin se inflamase. Sus últimas palabras fueron para revelar el profundo odio que profesaba a Kenobi.
Obi-Wan recogió el sable de Skywalker y regresó a la nave de Padmé. Se estaba muriendo, pero la vida de los bebés que llevaba en su interior aún brillaba a través de la Fuerza. Voló al refugio más cercano, la colonia minera de asteroides de Polis Massa. Los médicos alienígenas trataron de salvarle la vida, pero no fue posible. Murió tras dar a luz a los gemelos Luke y Leia.
Yoda, Bail y Obi-Wan eran los únicos que conocían el destino de los niños y comprendieron que si el Emperador sabía que estos vivían, los niños estarían en peligro.
Obi-Wan fue el encargado de esconder a los hijos de Anakin para que ni el Oscuro Señor ni su maestro, el Emperador Palpatine, supiesen de su existencia. Él llevó al joven Luke a vivir con Owen y Beru Lars, granjeros de humedad en Tatooine. La pequeña Leia fue entregada al Virrey de Alderaan, Bail Organa. 
Cuando los Jedi fueron eliminados de la galaxia por las maquinaciones del naciente Imperio, Obi-Wan se escondió en Tatooine. Él estaría allí varios años adoptando el nombre de Ben. Los lugareños solían referirse a él como un viejo loco ermitaño y evitaban encontrarse con el viejo excéntrico.
Durante la Guerra Civil Galáctica, Leia Organa obtuvo los planos del arma más diabólica del Imperio, la Estrella de la Muerte.  
Su misión era la de contactar con Obi-Wan y llevarlo a él y a los planos a su padre adoptivo en Alderaan. Capturada por agentes imperiales, Leia fue incapaz de cumplir ambos cometidos, pero en su lugar guardó los planos en el sistema de memoria de una unidad R2 y envió  al androide a Tatooine. R2 y su compañero C-3PO pasaron a ser propiedad de Owen Lars. R2 seguía firme con la idea de completar la misión de entregar los planos a Obi-Wan y huyó de la granja. Cuando Luke salió tras el fugitivo se encontró cara a cara con Obi-Wan. Este le contó cosas de su padre, aunque no le dijo toda la verdad al muchacho. No sabiendo si Luke estaría preparado para soportar la carga Kenobi le contó que Anakin era un increíble piloto, un gran guerrero y un buen amigo. Obi-Wan atribuyó la muerte de Anakin a un discípulo suyo, Darth Vader, que traicionó y mato a Anakin. Como Anakin desapareció para aparecer de nuevo como Vader, lo que Kenobi le contó era la verdad “desde un cierto punto de vista”. Obi-Wan le dio incluso a Luke un regalo de su padre, el sable de luz de hoja azul. Así comenzó el viaje de Luke en el mundo de los Jedi.
Obi-Wan trató de entrenar a Luke lo mejor que pudo en el poco tiempo que estuvieron juntos. Kenobi sabía bien que Skywalker nunca sería tan bien entrenado como en los viejos tiempos de los Jedi, pero esa era la única posibilidad en unos tiempos tan oscuros. Obi-Wan vio en ello la oportunidad de redimir a su discípulo caído a través de Luke.
Asumiendo la misión encomendada por Leia, Obi-Wan y Luke alquilaron el Halcón Milenario de Han Solo para que los llevase a Alderaan. Durante el viaje, Luke empezó su entrenamiento con el sable de luz. La corta sesión fue interrumpida cuando el Halcón al salir del hiperespacio se encontró con los restos de Alderaan que había sido destruido por la Estrella de la Muerte.      
El carguero contrabandista fue capturado por el Imperio y llevado a bordo de la Estrella de la Muerte. Una vez allí Kenobi se encargo de la misión de desconectar la terminal del rayo tractor responsable de la retención de la nave. Kenobi lo hizo deslizándose sigilosamente a través del laberinto de pasillos de la estación de batalla. Aunque la destreza en la Fuerza mantuvo su presencia oculta a las tropas imperiales, consiguió llamar la atención de Darth Vader.
El Oscuro Señor se enfrentó a Kenobi cuando el Jedi regresaba al Halcón. Después de años de espera Vader por fin ajustó cuentas con su antiguo maestro. Como una táctica de distracción para ayudar a sus compañeros a escapar, Kenobi se sacrificó a manos de Vader. El Oscuro Señor golpeó al Jedi y Kenobi se hizo uno con la Fuerza. No quedó cuerpo, solo una capa vacía y su propia arma Jedi.
La muerte de Kenobi fortaleció la resolución de Luke de servir a la Rebelión y a la Fuerza. En los momentos de grandes pruebas la voz de Kenobi llegaba hasta Luke ofreciéndole consuelo. Más tarde la forma espectral de Kenobi se le aparecería. En Hoth, la fantasmagórica imagen le aconsejó que se dirigiese a Dagobah donde podría completar su entrenamiento bajo la guía de Yoda.
Más tarde Kenobi se apareció a Luke revelándole su auténtico linaje. Aunque Kenobi pensaba que el lado oscuro solo podía vencerse con las muertes de Vader y el Emperador, Luke creía firmemente que la bondad existía en su padre. Luke partió con la idea de rescatar a Anakin del lado oscuro y lo consiguió aunque a un alto precio. Anakin sufrió heridas muy graves durante la batalla final y murió después de haber vuelto a la luz. Su forma espectral se reunió con las de Kenobi y Yoda durante la celebración Rebelde de la derrota del Imperio.

UNIVERSO EXPANDIDO

Como todos los Jedi de la antigua orden, Kenobi fue separado de su familia cuando aún era muy pequeño, para ser adiestrado. Él sabía muy pocas cosas de sus padres y su hermano aunque tuvo la ocasión de visitarlos.
Kenobi creció en el Templo Jedi en Coruscant junto con otros aprendices como Bant, Siri y Bruck Chun. Era un adolescente reflexivo aunque a veces imprudente. Destacó durante su entrenamiento demostrando que era un aprendiz leal. A los trece años, edad a la que la mayoría de los aprendices se les asignaba maestro Obi-Wan aun no había sido aceptado como  padawan.
Qui-Gon Jinn visitó el templo para tomar un padawan, pero no estaba muy seguro de hacerlo pues su último padawan, Xanatos, era uno de los pocos Jedi perdidos. Aunque quedó impresionado por las habilidades de Obi-Wan no lo tomó como padawan.
Como alternativa el Consejo asignó al joven Obi-Wan al Cuerpo Agrícola. Por casualidad, Obi-Wan y Qui-Gon coincidieron en una nave que se dirigía a Bandomeer donde tuvieron un enfrentamiento con Xanatos. El maestro se dio cuenta del potencial del muchacho y decidió tomarlo como su nuevo padawan. Después  de esto, Obi-Wan empezó a explorar la galaxia. Viajó a muchos nuevos mundos y conoció nuevas culturas, algo muy emocionante para un chico de trece años que había crecido en los aburridos pasillos del Templo. Aunque la amistad de Qui-Gon y Obi-Wan se fue haciendo más fuerte durante estas aventuras también tuvo sus problemas. En Melida/Dann Obi-Wan por poco deja la orden Jedi par unirse al movimiento de los “Jóvenes” que trataba de acabar con una guerra civil en el planeta. Kenobi fue castigado por su comportamiento y Qui-Gon por poco deja de entrenarlo.
Cuando Qui-Gon decidió continuar el entrenamiento de Kenobi, el padawan prometió solemnemente no volver a desobedecer una orden.
Después de pasar las pruebas y convertirse en Caballero, la reputación y valor de Obi-Wan continuaron creciendo. El estallido de las Guerras Clon lo promovió a general del Ejército de la República, con miles de tropas clon bajos su mando.
Él y su padawan, Anakin Skywalker, fueron enviados a muchas misiones y se convirtieron en los héroes republicanos más famosos de todo el conflicto.
En uno de los primeros combates de la guerra mandó a las fuerzas clon en la Batalla de Kamino. Más tarde sería él quien detuvo un programa de armamento químico en Queyta y capturó a uno de los líderes clave de la Confederación, San Hill del planeta bancario de Muunilinst.
Durante la Batalla de Jabiim Obi-Wan quedó atrapado en la explosión de un caminante republicano durante un súbito ataque Separatista y parecía que había muerto. De hecho fue capturado por la Confederación y llevado a la fortaleza de Asajj Ventress en el lejano planeta Rattatak.
En prisión sufrió terribles torturas. Le pusieron una máscara de tortura Sith que le privó de sus poderes en la Fuerza. Sin embargo, gracias a su tenacidad logró escapar y liberó a su compañero, el soldado ARC conocido como Alfa. En su huida robó uno de los cazas en forma de abanico de Ventress para volver al espacio de la República.
Detrás de estos actos de heroísmo se esconde lo más trágico, y es que en parte podría ser responsable de la caída de los Jedi y la República. Como dijo más tarde, todos estos triunfos alimentaron el orgullo que motivó su propia caída y la pérdida de su estudiante.
Kenobi pasó muchos años recluido en Tatooine meditando en la Fuerza y observando al joven Luke Skywalker. Aunque Owen Lars se lo prohibía, Kenobi contactaba  ocasionalmente con el joven pero sólo de paso. Una vez, cuando aún Luke era un adolescente y se quedó tirado en Jundland, Kenobi lo llevó de nuevo a la granja Lars. En ese momento quiso contarle quien era y su sensibilidad a la Fuerza, pero Owen lo echó de la granja ordenándole que no regresase.
Una vez que Kenobi se hizo uno con la Fuerza, fue capaz de mantener su identidad y visitaba a Luke en algunas ocasiones. Una de ellas fue cuando Luke se vio envuelto en su premier duelo de sables con Darth Vader en el pantanoso planeta Mimban. Aunque Skywalker no tenía desarrolladas las habilidades para deshacerse de Oscuro Señor. 
Con la ayuda de Kenobi fue capaz de incapacitar temporalmente a Vader lo cual le permitió huir.
Meses después de la Batalla de Yavin, Vader ideó un plan para capturar a Luke. Usando un actor disfrazado como Obi-Wan, Vader condujo a Luke al desértico planeta Aridus. Cirujanos y técnicos Imperiales transformaron al actor para completar la charada. Para simular la Fuerza, los técnicos escondieron diversos artilugios en el cuerpo del actor. El Jedi sustituto fue enviado a Aridus para ayudar a la rebelión iniciada por los nativos Chubbits. Las historias sobre Kenobi atrajeron a Luke a la trampa. El actor llevó a Luke a la Torre de Hierro donde se enfrentaría a Vader, pero obsesionado con su papel empezó a respetar al difunto general y traicionó a Vader salvando a Luke. El actor murió pero logró destruir la Torre de Hierro.
Cuando Luke perdió su sable volvió a la cabaña de Kenobi en Tatooine para construirse uno nuevo. El refugio espartano de Kenobi era ahora un foco de información Jedi, uno de los pocos que habían quedado tras la purga de Palpatine.
Cinco años después de la Batalla de Endor Kenobi empezó a perder su habilidad para mantener su identidad en la Fuerza. Se apareció a Luke en Coruscant para darle su último adiós. Aunque Luke sintió la pérdida de su primer maestro, este le hizo saber que Luke no era el último de los Jedi, sino que era el primero de la nueva generación.