BOLLUX
Cuando era un
joven contrabandista, Han Solo trataba de deshacerse del exceso de equipaje en
sus frecuentes viajes.
A menudo pensaba
que los droides eran molestias innecesarias y prefería hacer las cosas el
mismo. Quienes contribuyeron a cambiar su forma de pensar fueron un par de
extraños mecánicos que probaron ser de gran valor.
Bollux empezó siendo un BLX-5, un simple droide
obrero en los astilleros de Fondor con el intelecto y personalidad justa para
cumplir su trabajo. Como otros droides obreros, tenía unos pesados servomotores
y un sistema de suspensión de alta gravedad para transportar carga y otras
tareas duras. Un día le ordenaron que fuese a inspeccionar los mynocks de un
módulo de combustible.
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Sin embargo las
órdenes no especificaban la hora de regreso, por ello BLX permaneció observando
a los mynocks hasta el momento en que considero que tenía suficiente información.
En las tres semanas intermedias los droides supervisores asumieron que había
caído presa de los mynocks y asignaron su trabajo a un nuevo droide obrero. Debido a las
dimensiones de las instalaciones de Fondor, tardaron casi un año en darse cuenta
de que a dos droides se les había encomendado la misma tarea. Como a Bollux no
se le había borrado la memoria en todo ese tiempo desarrolló una personalidad.
El personal le cogió cariño al droide ascendiéndolo a supervisor y haciéndole
modificaciones estructurales y otras mejoras. A pesar de su popularidad
finalmente fue reemplazado por un droide muevo y más barato, y vendido como
excedente.
Viajó por toda la
galaxia trabajando en diferentes tareas. Construyó cúpulas de supervivencia y
campos para una inspección planetaria Equipo Alfa, trabajó en una cuadrilla de
construcción para sistemas de control meteorológico, fue el peón del zoológico
ambulante de Gan Jan Rue. Incluso se unió a una unidad del ejército de la
República Galáctica para construir fortificaciones, seguido por una tarea de
técnico supervisor para una colonia minera de las Fundiciones Trigdale. Con
cada trabajo buscaba mejorarse ofreciéndose voluntario para nuevas
modificaciones. Todos los trabajos terminaban de la misma forma: era reemplazado
por un modelo más moderno y vendido. En algún momento de esta existencia
nómada, utilizó el alias de Zollux por razones inexplicables.
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Bollux finalmente
cayó en manos de un grupo de malhechores que lo ganaron en un juego de dados.
Estos delincuentes se lo vendieron al técnico forajido Klaus “Doc” Vandangante
para una mejora de un motivador de hiperpropulsión. Doc y su hija Jessa
trataron a Bollux como una parte de la familia. Jessa utilizó a Bollux como
conejillo de indias de sus habilidades mecánicas haciéndole más y más mejoras.
Le movió algunos componentes internos creando una cavidad en su pecho para
albergar al droide hacker Max Azul. Ambos droides se harían buenos amigos y
Bollux desarrolló unos sentimientos casi paternales hacia el pequeño droide. Para liberar a
Doc y otros prisioneros de la Autoridad del Sector Corporativo (CSA), Jessa le
prestó a Han Solo a Bollux y Max Azul.
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Bollux coló a Max Azul en Orron III
junto con Han Solo y sus aliados para encontrar la localización de los prisioneros.
Bollux los ayudó en su huída de Orron III y más tarde se las apañó para vencer
al droide gladiador del Viceprex Mirkovig Hirken de la CSA, el verdugo Mark X
en El confín de las estrellas metiéndose debajo de sus bandas de rodamiento y
rajándole los cables. Mientras Solo y los otros intentaban escapar de los
guardaespaldas de Hirken, Uul-Rha-Shan disparó a Solo que trataba de salvar a
Bollux. Bollux se lanzó sobre Solo para protegerlo. Sin embargo perdió su
cabeza y sólo se salvó la personalidad de Bollux que Max Azul guardaba en su
memoria. Tras liberar a los prisioneros y huir de El confín de las estrellas
los técnicos forajidos proporcionaron a Bollux un nuevo cuerpo mejorado y
liberaron a ambos droides.
Escogieron seguir
con Han Solo y Chewbacca en el Halcón Milenario durante algún tiempo para ver
la galaxia, pagando su billete con su trabajo. Ayudaron a los dos
contrabandistas en varias aventuras incluyendo la destrucción de una red de
traficantes de esclavos en el Sector Corporativo y la búsqueda del tesoro
perdido de Xim el Déspota en la Hegemonía Tion, haciendo que los robots de
guerra de Xim se destruyesen todos al
mismo tiempo al ordenarles que se situasen todos encima de un puente, lo que
provocó el derrumbe del mismo. Tras una búsqueda en la que se vieron envueltos
en Dellalt, Bollux y Max Azul dejaron a Han Solo. El historiador Skynx contrató
a Bollux y a Max Azul para que le ayudasen a catalogar en Dellalt el tesoro de
Xim (en su mayoría artesanía) para que Skynx profundizase en las conquistas y
aventuras de Xim
Bollux es un
extraño ejemplo de droide libre, que no tiene amo. Lo que el destino deparó
estos droides por ahora no ha sido documentado, aunque durante algún tiempo
siguieron enviando holotarjetas a Han Solo.
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