SEGUNDA ESTELLA DE LA MUERTE
Tres años después de la
destrucción de la Estrella de la Muerte, el Imperio volvió a demostrar su
naturaleza maléfica con la construcción de la segunda Estrella de la Muerte en
una remota región del espacio. Afortunadamente para la galaxia, el Imperio
nunca concluyó este monstruoso planetoide. El conocimiento de su existencia le
fue comunicado a los mandos Rebeldes por los espías bothanos. La Alianza pudo
conocer con precisión la posición exacta del lugar de la construcción de la
Estrella de la Muerte y la oportunidad de destruir la estación.
Pero la información obtenida era
una trampa. El astuto Emperador Palpatine dejó que la Rebelión descubriese la
Estrella de la Muerte para poder atrapar la creciente flota rebelde. La segunda
Estrella de la Muerte no era tan vulnerable como los Rebeldes pensaban.
| |
Para asegurarse de que la Estrella
de la Muerte podría destruir a la flota de la Alianza, Palpatine confió la fase
final de la construcción a su aprendiz Sith, Lord Darth Vader. Vader motivó al
comandante de la Estrella de la Muerte, Moff Jerjerrod, para que la estación
estuviese operacional cuando el Emperador llegase para su inspección.
La segunda Estrella de la Muerte
no era una esfera completa. Aunque la mayor parte de la estación de batalla era
reconocible y visible, había grandes zonas de la superficie expuestas y su
esqueleto era visible. Para proteger la medio completa estación durante su
construcción, el Imperio proyectaba un inmenso escudo deflector desde la
cercana luna boscosa de Endor. El escudo era lo suficientemente fuerte como
para protegerla del ataque de naves capitales o cazas.
La Alianza envió un comando a la superficie de
la luna para desactivar el escudo mientras la flota rebelde surgía del
hiperespacio para destruir la estación. Al contrario que su predecesora, el
núcleo de la segunda Estrella de la Muerte tenía que ser destruido por un
ataque directo en el interior de la superestructura, que hiciese explotar la
planta de energía.
|
El comando fue apresado por los
imperiales y cuando la flota Rebelde llegó, el escudo deflector estaba intacto.
Y lo que era peor, el superláser era operacional y empezaba a destruir cruceros
rebeldes Mon Calamari con cada disparo. El general Lando Calrissian inició una
atrevida y arriesgada táctica para ponerse a tiro de la flota imperial, lo que
limitaría los blancos posibles para la Estrella de la Muerte.
Ayudados por los nativos Ewoks de
Endor el comando liderado por Han Solo y Leia Organa, consiguió infiltrarse y
destruir el complejo que albergaba el generador de escudo.
|
Sin el escudo, el
general Lando Calrissian guió a los cazas de la Alianza al interior de la
Estrella de la Muerte. Allí él y Wedge Antilles lanzaron un ataque que
convirtió el núcleo en una inmensa bola de fuego que destruyó la estación.
El cuerpo del Emperador Palpatine
se consumió en la explosión. La flota imperial nunca se recuperó del fracaso,
lo que convirtió la destrucción de la Estrella de la Muerte en la destrucción
del Imperio. Mientras los fragmentos de la batalla se consumían en la atmósfera
de Endor, la celebración por la liberación se extendió por los bosques y por
toda la galaxia.
UNIVERSO EXPANDIDO
Fue un milagro que Bevel Lemelisk
sobreviviese tras la destrucción de la primera Estrella de la Muerte para diseñar
una segunda superarma, pero de algún modo lo logró. Su obra continuó con
intentos como las armas Tarkin e incluyó características que corregían los
errores cometidos con la primera estación de batalla.
En vez de pozos de ventilación
para liberar el resto de calor del reactor, la segunda Estrella de la Muerte
podía dispersar la energía sobrante a través de una serie de conductos
milimétricos.
La segunda Estrella de la Muerte
tenía un diámetro de 160 kilómetros, era mayor que la original y poseía un superláser
de mayor poder. No solo su rayo era más devastador, también podía disparar con
mayor rapidez y puntería.
En la segunda Estrella de la
Muerte, si se hubiese llegado a completar, habría tenido alrededor de 30,000
baterías turboláser, 7,500 cañones láser, 5,000 cañones de iones y 768 rayos
tractores.
|
Etapas de la construcción de la
segunda estrella de la Muerte
La primera fase se centró en el
montaje de las piezas necesarias para la construcción del núcleo del reactor
principal (una décima parte del diámetro de toda la estructura) y de las
inmensa columna polar que distribuye la energía y estabiliza la rotación. Un
cuarteto de conductores de reactor se extiende hasta lo que es la
circunferencia de la estación y dos de ellos emergen exactamente en el ecuador.
Hay paneles de condensadores en torno al núcleo del reactor.
Se añadieron conductos secundarios
tanto a la columna como a los cuatro del reactor y a continuación se
construyeron las zonas ecuatoriales que contienen importantes instalaciones de
atraque y los impulsores que hacen girar la estación.
| |
Con los sistemas del núcleo y del
ecuador terminados, los equipos dieron prioridad al arma principal. Sólo Vader
y unos pocos asesores del Emperador sabían que el plan de Palpatine era dejar
la mayor parte de la base inacabada y hacer creer al a Alianza que el
superláser no funcionaría cuando se produjese el ataque rebelde.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.