CORUSCANT. PAISAJE URBANO. NAVE NABOO
Es de mañana. La nave sobrevuela el paisaje urbano sin fin de
Coruscant, la capital de la galaxia. Anakin mira por la ventana de la cabina
del piloto con respeto.
RIC OLIÉ: Coruscant.
Todo el planeta es una gran ciudad. Ahí está la lanzadera del Canciller
Valorum. ¡Mira! El Senador Palpatine está esperando.
ANAKIN: ¡Jo! ¡Mira!
Allí está Mac Donald´s.
La nave atraviesa los cielos de Coruscant y se dirige a la plataforma
de aterrizaje del Senado.
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CORUSCANT. PLATAFORMA DE ATERRIZAJE
El Canciller Supremo Valorum, varios guardias y el Senador Palpatine
están en la pista de aterrizaje. La brillante nave Naboo aterriza en la
plataforma muy por encima del nivel de las calles de la capital galáctica. La
rampa desciende. Obi-Wan, Qui-Gon, Jar Jar y Anakin descienden los primeros y
se inclinan ante Palpatine y Valorum. El capitán Panaka, dos guardias, la Reina
Amidala, Padmé, las doncellas y más guardias de seguridad descienden por la
rampa. Amidala se para ante el grupo. Padmé sonríe a Anakin y él le devuelve la
sonrisa. Palpatine sonríe a la Reina.
Palpatine: Es un inmenso regalo veros con vida, Majestad. La Federación ha
bloqueado las noticias. Estoy ansioso por oír vuestro informe de la situación.
Os presento al Canciller Supremo Valorum.
Valorum: Bienvenida Alteza. Es un honor conoceros en persona. Debo
transmitiros nuestra aflicción por la situación actual. He convocado una sesión
especial en el Senado para oír vuestra opi...
Amidala: Ya, ya, ya (con indiferencia) Mire, le agradezco su preocupación,
Canciller... (se mete un caramelo en la boca) Realmente lo estoy (pone el
envoltorio vacío en la mano de Valorum y se va)
Valorum: ¡Manda calor!
Palpatine sonríe a Valorum y se da la vuelta para guiar a Amidala y su
séquito hacia la lanzadera que los espera. Entonces Anakin ve como uno de los
largos pendientes de diamantes de la reina cae al suelo. Pero antes de que
pueda decir nada Palpatine furtivamente lo coge y se lo guarda en el bolsillo.
Palpatine: Hay una cuestión de procedimiento pero confío en poder superarla.
Obi-Wan y Qui-Gon quedan atrás con el Canciller Supremo
Valorum: (aún disgustado observa como Amidala embarca en la lanzadera) ¿Ha
visto lo que me ha hecho esa estúpida quinceañera?
Qui-gon: Esto.. sí. Señoría debo de hablar con el consejo Jedi ahora. La
situación se ha vuelto mucho más complicada.
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HABITACIONES DE PALPATINE
La Reina Amidala está sentada escuchando al Senador Palpatine. Las
doncellas están tras ella. Anakin y Jar Jar están fuera esperando en una
habitación contigua. El capitán Panaka entra en la habitación donde está la
Reina, Palpatine está paseándose cuando Panaka entra.
Palpatine: Ya no hay civismo, solo intereses políticos. La República ya no es
aquella que una vez conocimos. El Senado está repleto de delegados agresivos y
ávidos. Ya no hay interés alguno en el bien común. Debo ser muy franco
Majestad. Es muy difícil que el Senado rechace la invasión.
Amidala: El Canciller Valorum parece tener esperanzas.
Palpatine: Si me permitís decirlo
Majestad, el Canciller carece de poder real... está salpicado por unas
infundadas acusaciones de corrupción. Además, creo que lo habéis fastidiado
bastante allí, en la plataforma de aterrizaje.
Amidala: ¡Oh sí! Bueno. ¿Qué otras opciones tenemos? (empieza a tocarse la
oreja izquierda y se da cuenta de que ha perdido el pendiente)
Palpatine: Nuestra mejor opción sería la de promover un Canciller Supremo más
sólido. Alguien que pudiera controlar a los burócratas y aportarnos justicia. Vos...
podríais solicitar una moción de censura contra el Canciller Valorum.
Amidala: Él ha sido nuestro mejor valedor. Bueno, fue nuestro mejor valedor
(empieza a mirar por el suelo)
Palpatine: La segunda y última opción es presentar una alegación ante los
tribunales...
Amidala: Son aún más lentos que el Senado. Nuestro pueblo está muriendo
Senador. Debemos detener a la Federación (empieza a mirar debajo de la mesita
auxiliar)
Palpatine: Verá Majestad. Siendo realista creo que tendremos que aceptar el
control de la Federación al menos por ahora. Esto... perdón. ¿Habéis perdido
algo?
Amidala: (aún buscando) Pues sí, uno de mis favoritos y más valiosos
pendientes de diamantes. El otro par que tengo son unos baratos, de zirconias
cúbicas que compré en la Teletienda Galáctica. No lo encuentro. Tiene que estar
por aquí, por algún lado. (mira a Palpatine) ¿Lo ha visto usted, Senador?
Palpatine: (tristemente) Pues no querida. Es una gran tragedia. Me temo que
tendréis que poneros los otros... o no llevar nada.
Amidala: Yo no puedo hacer eso.
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TEMPLO JEDI
Es un edificio aislado con altas torres. Un pequeño transporte pasa
por encima. Qui-Gon está de pie en el centro de una majestuosa habitación. Doce
Jedi están sentados en un círculo. Obi-Wan está detrás de Qui-Gon. El Jedi de
mayor rango es Mace Windu. A su derecha está el Maestro Yoda y cerca de él un
Jedi llamado Ki-Adi-Mundi.
Qui-gon: Estaba entrenado en las artes Jedi. Mi conclusión solo puede ser que
se trataba de un Lord Sith.
Ki-Adi-mundi: ¡Imposible! Los Sith se extinguieron hace un milenio.
Mace: No creo que los Sith puedan haber regresado sin saberlo nosotros.
Yoda: ¡Ah!... Difícil de ver el lado oscuro es.
Mace: Usaremos todos nuestros medios para desvelar el misterio. Vamos a
descubrir la identidad de tu atacante. Que la Fuerza te acompañe.
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Obi-Wan da la vuelta para marcharse pero Qui-Gon sigue de cara al
consejo.
Yoda: Maestro Qui-Gon, ¿Algo más que decir tienes?
Qui-Gon: Con tu permiso mi Maestro. He encontrado una vergencia en la Fuerza.
Yoda: ¿Una vergencia dices?
Mace: ¿Alrededor de una persona?
Qui-gon: Un niño... sus células tienen el mayor nivel de midi-clorianos que
he visto en una forma de vida. (murmura para sí: Excepto yo, claro) Tal vez
fuera concebido por los midi-clorianos.
Mace: (sonríe) ¡Vamos hombre! Eso son un montón de tonterías inventadas
para comer el coco al pueblo... (se da cuenta de que los otros miembros del
consejo le miran sorprendidos) bueno eso según esos malvados, mentirosos
comunistas Sith ¡Maldita amenaza roja! Afortunadamente no pensamos como esos
renegados Sith ¿verdad chicos? (los otros miembros del Consejo empiezan a
murmurar entre ellos mientras miran a Mace) Estoo... (nervioso a Qui-Gon) De
cualquier forma la, uh, actual amenaza a nuestra República proviene de esa
Amenaza Fantasma de la que has hablado antes. (se da cuenta de que los otros
miembros del Consejo están más interesados en él que en Qui-Gon) Esto... uh...
Te refieres a la profecía de aquel que traerá el equilibrio a la Fuerza... (en
voz alta) ¿Te parece que es ese niño?
Los otros finalmente vuelven a centrar su atención en Qui-Gon.
Qui-gon: No me atrevería a decirlo.
Yoda: Si que lo haces. Revelada tu opinión ha sido.
Qui-gon: Solicito que se le pruebe.
Los Jedi se miran unos a otros
Yoda: ¡Oh! ¿Adiestrado como Jedi quieres que sea? ¿Ehmm?
Qui-gon: Encontrarlo fue voluntad de la Fuerza, no me cabe la menor duda.
Mace: (suspira y agacha la cabeza) Tráele ante nosotros.
Qui-Gon se inclina y deja la habitación con Obi-Wan.
Obi-wan: (susurrando a Qui-Gon, mirando hacia Mace) ¡Chico! Realmente parece
fastidiado. Tal vez deba preguntarle si quiere algún Proz...
Qui-gon: Será mejor que pares ya con eso. Ya has consumido el máximo
permitido para este año.
Yoda: (observando como Qui-Gon y Obi-Wan abandonan la sala) Los otros
y yo preguntándonos estábamos... ¿Renovado has tus Juramentos de Lealtad a la
República?
Mace: (preocupado) ¡Claro que sí! ¡Vamos chicos, dadme un respiro! (sonríe
nervioso) Lo próximo que vais a
preguntarme es si he sido alguna vez miembro del Partido Sith...
Yoda: ¿Y bien... ?
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CORUSCANT. HABITACIONES DE LA REINA
Anakin va por el pasillo del apartamento del Senador Palpatine. Se
para ante una puerta vigilada por un guardia.
Guardia: (al comlink) El niño quiere ver a Padmé.
Rabé: Déjale pasar.
La puerta se abre y Anakin entra en las habitaciones de la Reina. La
Reina habla desde la habitación contigua.
Amidala: ¿Quién es?
Rabé: Anakin Skywalker Alteza. Viene a ver a Padmé
La Reina se acerca al quicio de la puerta y ve a Anakin que se
inclina.
Amidala: He mandado a Padmé a un recado.
Anakin: Voy camino del templo Jedi para iniciar mi adiestramiento, espero.
Tal vez no la vuelva a ver, así que he
venido a despedirme.
Amidala: Nos lo haremos por ti. Sé que su corazón va contigo.
Anakin: Gracias Alteza. (nervioso) Esto... respecto a lo que hablabais con
el Senador Palpatine. Sé quien lo cogió.
La puerta se abre y Palpatine entra.
Palpatine: (inclinándose ante la Reina) ¡Ah Majestad! He venido para escoltaros
a la lanzadera.
Amidala: Gracias Senador. Estaré con usted en un momento.
La Reina desaparece tras la puerta. Palpatine mira a su alrededor y ve
a Anakin que lo mira... directamente al bolsillo donde guardó el pendiente.
Palpatine: Bueno jovencito. Ya va siendo hora de que te vayas... Ya es casi la
hora de los Teletubbies. (palmea la cabeza de Anakin con una falsa sonrisa, el
chico gira los ojos y abandona la habitación)
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CORUSCANT. EDIFICIO DEL SENADO
Un gran edificio rematado en una cúpula destaca en medio del paisaje
urbano de Coruscant. Dentro, la Cámara del Senado es amplia. Miles de senadores
y sus asistentes están sentados en la sala circular de la asamblea. El
Canciller Valorum está sentado en el centro en una plataforma. El Senador
Palpatine, la Reina Amidala, Rabé y el capitán Panaka están sentados en la
plataforma congresual de Naboo la cual flota como un pequeño speeder.
Valorum: La presidencia concede la palabra al senador del Sistema de Naboo.
La plataforma va flotando hacia el centro de la cámara.
Palpatine: Canciller Supremo, delegados del Senado. Ha tomado cuerpo la
tragedia que se inició aquí con los impuestos de las rutas comerciales... y
ahora tiene a todo nuestro planeta bajo la opresión de la Federación de
Comercio.
Una segunda plataforma se dirige hacia el centro. En ella se
encuentran los barones de la Federación liderados por Lott Dod, el senador de
la Federación.
Lott Dod: esto es un ultraje. Protesto por la escandalariosa declaración del
Senador.
Valorum: (susurra a su asistente) ¿Es escandalariosa una nueva palabra? (a
Lott) No hemos dado la palabra al senador de la Federación.
Palpatine: Para exponer nuestras alegaciones presento a la
Reina Amidala, recientemente escogida gobernante de Naboo, que hablará en
nuestro nombre.
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Amidala se levanta para dirigirse a la asamblea.
Amidala: Honorables representantes de la República. Me presento ante ustedes
por una causa gravísima. Naboo ha sido invadido por el ejército droide de la
Fe...
Lott dod: Protesto. No hay ninguna prueba. Esto es increíble. Recomiendo
que se envíe a una comisión a Naboo para recavar la verdad.
Una tercera plataforma representando a Malastare va al centro. Aks
Moe, el embajador se dirige a la asamblea.
Aks Moe: El congreso de Malastare coincide con el honorable delegado de la
Federación. Debe designarse una comisión.
Valorum: La cuestión... (tapa el micrófono)
Asistente: Disculpe Canciller.
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Valorum habla con el secretario Mas Amedda. Palpatine susurra a la
Reina.
Palpatine: (mirando al otro pendiente de la Reina) He ahí al burócrata, los que
de verdad gobiernan la República y además cobrando de la Federación de
Comercio, puedo añadir. Ahora es cuando toda la fuerza del Canciller Valorum va
a desaparecer.
Valorum: La cuestión queda aprobada. ¿Pospondréis vuestra moción para que la
comisión compruebe la validez de vuestras acusaciones?
Amidala: No, no la aplazaré (golpea la consola con fuerza haciendo que le caiga el
otro pendiente, el cual es cazado al vuelo por Palpatine) He venido a resolver
sin dilación el ataque a nuestra soberanía. No fui elegida para ver sufrir y
morir a mi pueblo mientras aquí se discute la invasión en un comité. Si este
órgano no es capaz de actuar, sugiero que se renueve la dirección. Debo de
presentar una moción de censura contra el Canciller Valorum.
Valorum: ¿Qué de... ? ¡Tú falsa, tramposa, traidora, estúpida quinceañera!
Esto provoca un gran revuelo en la asamblea. Un murmullo creciente se
transforma en un rugido de aprobación y cantos de “que se vote, que se vote”.
El Canciller Valorum cae en su sillón maldiciendo a la Reina. Su secretario Mas
Amedda se hace cargo de la situación.
Mas amedda: ¡Orden!
Palpatine: (a la Reina mientras guarda el segundo pendiente en su bolsillo)
Ahora elegirán a un nuevo canciller, un canciller fuerte que no permitirá que
nuestra tragedia continúe... u os insulte.
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TEMPLO JEDI. BALCONADA
Obi-Wan y Qui-Gon pasean por un balcón del Templo mientras es sol se
pone sobre la ciudad.
Obi-wan: El niño no superará las pruebas del Consejo, Maestro. Ya es mayor.
Qui-gon: Anakin se convertirá en un Jedi. Te lo prometo.
Obi-wan: No desafíes al Consejo, otra vez no.
Qui-Gon: Haré lo que deba hacer Obi-Wan.
Obi-wan: (enfadado) Sabes, si no fueras tan terco como una mula y siguieras el código, estarías en el Consejo. ¡Tienes
que empezar a preocuparte por tu futuro! ¡No te estás haciendo más joven!
¿Sabes?
Qui-gon: (Pone su mano sobre el hombro de Obi-Wan y lo aprieta hasta que el
aprendiz chilla de dolor) No sabes cuando callarte, ¿verdad mi joven aprendiz?
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TEMPLO JEDI. CÁMARA DEL CONSEJO
Anakin está ante los doce Jedi. Mace Windu, ahora con el pecho
cubierto de insignias y cintas patrióticas, sostiene una pequeña pantalla
portátil. Varias imágenes aparecen en la pantalla.
Anakin: Una nave, una copa, una nave, un speeder.
Mace apaga la pantalla y asiente a Yoda.
Yoda: ¿Cómo te sientes?
Anakin: Frío, Señor.
Yoda: ¿Miedo tienes?
Anakin: (sonríe) ¿De ti? ¡Claro que no!
Yoda: ¿Qué? ¿Por mi tamaño me juzgas? ¡Vamos afuera y tu culito maleducado
azotaré, ANNIE!
Todo el Consejo se echa a reír. Anakin baja la cabeza, muy disgustado.
Entonces tiene otra visión del futuro. Esta vez el tipo del extraño traje negro
lanza un detonador termal en la Cámara del Consejo. Explota creando una gran
confusión. Anakin poco a poco levanta la cabeza mostrando una siniestra
sonrisa, la cual empieza a incomodar a los miembros del Consejo.
Mace: Esto... Concéntrate en tus sentimientos.
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Ki-adi: Tus pensamientos se centran en tu madre.
Anakin: La echo de menos
Yoda: Miedo de perderla... creo.
Anakin: (enfadado) ¿Qué tiene que ver eso con todo lo demás?
Yoda: ¡Absolutamente todo! El miedo es el camino hacia el lado oscuro. El
miedo lleva a la ira... la ira al odio... el odio lleva al sufrimiento. Percibo
mucho miedo en ti.
Anakin: (gira los ojos) Miedo, ira, odio, sufrimiento... Si, bueno a ver si
os enteráis. Chicos estáis empezando a darme “miedo”... y a fastidiarme. “Odio”
vuestras caras y espero que todos “sufráis y muráis”. (sale furioso de la
habitación)
Yoda: (mira a Mace con aire de satisfacción) ¡Díjetelo!
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HABITACIONES DE PALPATINE
La Reina Amidala está mirando por la ventana acompañada por Jar Jar.
Según va despareciendo el sol las luces de la ciudad se van encendiendo. Las
doncellas están cerca de la puerta. Jar Jar siente la preocupación de la Reina.
Jar Jar: ¿Vosa crein vostro pueblo va a mori?
Amidala: ¿Eh? Oh, sí... eso (piensa para sus adentros: ¡Chico!, no puedo
creer que haya perdido los dos pendientes)
Jar jar: ¿Gungans también plastados?
Amidala: Espero que sí... digo no.
Jar jar: Gungans no moren sin lucha. Nosa guerreros. Nosa grande jército. Por
eso nons gustamos, misa creo.
Amidala: Podría darle una lista de motivos.
El Senador Palpatine y el Capitán Panaka entran en la habitación y se
inclinan ante la Reina.
Panaka: ¡Alteza! ¡Han propuesto al Senador Palpatine par suceder a Valorum
como Canciller Supremo.
Palpatine: Una sorpresa, la verdad, pero bien recibida. Majestad si resulto
elegido os prometo poner fin a la corrupción... y compraros unos pendientes
nuevos.
Amidala: ¿De qué tipo?
Palpatine: ¡Sólo los mejores diamantes para su Majestad!
Amidala: Bueno en tal caso, ¡buena suerte! ¿Qué otros candidatos hay?
Panaka: Bail Antilles de Alderaan y Ainlee Teem de Malastare.
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Palpatine: Sé que nuestra situación hará que tengamos un elevado número de
votos por simpatía. Seré el nuevo canciller.
Amidala: Me temo que para cuando controle a los burócratas, Senador, ya no
quede nada de nuestro pueblo , ni de nuestra cultura, ni de nuestras minas de
diamantes...
Palpatine: Comprendo vuestra preocupación Majestad. Por desgracia la Federación
se ha apropiado de nuestro planeta.
Amidala: Senador. Este es su terreno. Yo debo de regresar al mío. He decidido
volver a Naboo.
Palpatine: ¿Volver? Majestad, sed realista. Os obligaran a firmar el tratado.
Amidala: No firmaré ningún tratado Senador. Debo volver. No soporto la idea
de que esos tíos babosos están revolviendo todas mis cosas. ¡Capitán!
Panaka: Si Alteza.
Amidala: Disponga mi nave.
Palpatine: Por favor, quedaos. Aquí
estaréis a salvo.
Amidala: Ahora tengo la certeza de que la República ya no funciona. Rezo para
que devuelva usted la cordura y la compasión al Senado. Y a ver si puede
encontrar mis pendientes.
Amidala y su séquito salen de la
habitación. Palpatine tristemente observa como se va, entonces se acerca a un
espejo, saca los pendientes del bolsillo y se los pone. El Senador empieza a
posar con una sonrisa de satisfacción ante el espejo.
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Parte 7: Volando, volando a Coruscant voy Próxima entrega: El retorno del Jedi |
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