Distrito Star Wars

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miércoles, 9 de enero de 2013

Nave Real de Naboo


NAVE REAL DE NABOO


La Nave Real de Naboo ostenta un diseño notablemente bello que encarna el predominio de la artesanía en los pacíficos años de la República. La pulida y aerodinámica nave Nubiana 327 Tipo J carecía de cualquier arma de ataque, pero si poseía unos potentes escudos deflectores y un buen hiperpropulsor.
Durante la invasión de Naboo por parte de la Federación de Comercio, la Reina Amidala y su séquito escaparon a bordo de la Nave Real pilotada por Ric Olié. La brillante nave vivió la fase más peligrosa de su viaje al enfrentarse al bloqueo de las naves de la Federación de Comercio. Aunque el deflector de la nave estaba al máximo, uno de los láser que lanzaba la Federación de Comercio impactó en el generador de escudo. .
Rápidamente entraron en acción los droides astromecánicos para reparar los daños, pero casi todos se perdieron salvo un droide, R2-D2, que proporcionó energía y reparó el blindaje.
La Nave Real se había salvado de la destrucción, pero sufrió graves daños en el generador del hiperpropulsor T-14, lo que obligó a la tripulación a repararlo en el planeta más cercano: Tatooine.
Sin el hiperpropulsor no era posible llegar a Coruscant. En Tatooine Qui-Gon Jinn consiguió las piezas necesarias para reparar la nave.
Cuando el hiperpropulsor estuvo reparado, la nave abandonó Tatooine con destino a Coruscant.

UNIVERSO EXPANDIDO

Diseñada con tecnología importada de Nubia y otras partes de la galaxia, la carrocería única de la Nave Real fue construida en Theed. El brillante acabado, puramente decorativo, es cromo real, una sustancia normalmente reservada sólo para las naves que sirven al monarca de Naboo. La brillante superficie es pulida a mano y hecha por delicados artesanos, no por autómatas o empleados de la fábrica.
El interior de la nave es amplio. De proa a popa la nave está ocupada por los aposentos reales, una bodega delantera, una bodega principal donde hay una estación tecnológica, la cabina, en un nivel superior (se accede a través de un ascensor) y el Salón Real del Trono, donde se alojaba la Reina Amidala.
Según la tradición de Naboo, el monarca reinante es el que le da un nombre a la Nave Real. En el momento de la Batalla de Naboo, poco tiempo después de que  la Reina Amidala fuese coronada, ella aún no había escogido un nombre oficial para su bien conocido transporte.
Aunque la idea inicial era la de crear una nave sin armas para misiones diplomáticas, los ingenieros se encargaron de que estuviese bien equipada con vanguardistas blindajes deflectores, potentes motores y un completo equipo de droides astromecánicos que garantizaban la seguridad del viaje de la Reina.
Donde quiera que la nave fuese, siempre iba acompañada por una pequeña flota de cazas Naboo N-1. Este escuadrón de escolta conocido como el Escuadrón Bravo, era escogido entre los guardaespaldas del soberano de Naboo y sólo se escoge a los mejores pilotos de las Fuerzas Reales de seguridad.
Durante el reinado de la reina Amidala, la nave estaba pilotada por Ric Olié y una tripulación formada por los mejores técnicos, ingenieros, navegantes, ayudantes diplomáticos, científicos y contramaestres. Cuando Amidala dejó el cargo, su nave se retiró y se construyó una nueva nave para la nueva monarca, la Reina Jamillia.
    

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