LANDO CALRISSIAN “Jugador de cartas, sinvergüenza. Te gustará”. Esa fue la rápida definición que Han Solo hizo de su antiguo colega Lando Calrissian. Aunque la descripción es mordaz, solo araña la superficie del complicado pícaro. Calrissian está como en casa en los oscuros rincones de los bajos fondos que impregnan la galaxia. Aunque se codeaba con mercenarios, forajidos y gangsters, lo que lo diferenciaba de

ellos era que sus codos estaban cubiertos con algunos de los más caros y modernos trajes de este lado del núcleo. Lando tiene estilo y clase, algunos dirían que en exceso. Es un hombre de gustos sofisticados y sólo quiere lo mejor a su alrededor: sus pertenencias, su apariencia y su compañía femenina. Han y Lando habían estado juntos, pero no siempre fueron amigos y camaradas. Solo y Calrissian habían sido rivales en el pasado. Un punto amargo entre ambos había sido la propiedad del Halcón Milenario. El engañosamente destartalado carguero perteneció a Calrissian y pese al disgusto del jugador, Solo se lo ganó en una acalorada partida de Sabacc. Aunque Solo insistió en que gano gracias a la suerte, Calrissian se cuestionó la victoria de Solo, sólo para fastidiar al coreliano. Lando fue el primero de los dos amigos en volverse “respetable”, un destino peor que la muerte para algunos contrabandistas. Él se distanció de esa vida y se instaló en la metrópolis flotante de la Ciudad de las Nubes, en el planeta gaseoso de Bespin. Lando se convirtió en el Barón Administrador de la ciudad y la rentable mina de gas Tibanna. Él, que antes solo tenía que cuidar de sí mismo, era ahora el responsable de las vidas de los millones de habitantes de la Ciudad de las Nubes. A pesar de ello, Lando vio que tenía maña par resolver las tareas administrativas y que disfrutaba tanto siendo un hombre de negocios líder de la comunidad, como siendo un jugador. El nuevo mundo de Lando se derrumbó a su alrededor cuando el Imperio llegó a la Ciudad de las Nubes. Fue poco después de la Batalla de Hoth, cuando el Oscuro Señor Darth Vader y el enmascarado cazador de recompensas Boba Fett llegaron allí. Ellos habían seguido la pista del Halcón que se dirigía hacia la ciudad y forzaron a Calrissian a entregar a Solo al Imperio. A cambio, el Imperio, no interferiría en la ciudad y seguiría siendo independiente. Lando estaba ante un dilema: ¿Era más importante la vida de un amigo o la de toda su gente?

De mala gana estuvo Calrissian de acuerdo con el plan del Imperio y tendió la trampa a Solo. Aunque a pesar del acuerdo Vader cambió de planes y Calrissian no tenía el poder para detenerlo. El jugador aprendió una importante lección: Nunca hagas tratos con un Oscuro Señor. Con todas las cartas encima de la mesa, Lando se dio cuenta de que la partida estaba perdida. Aunque Solo había sido capturado, congelado en

carbonita y enviado al vil gangster Jabba el Hutt, Calrissian tomó la iniciativa para redimirse. Liberó a los amigos de Solo, Leia Organa y Chewbacca y previno a la población de la ciudad de las Nubes de la inminente invasión imperial. Calrissian a bordo del Halcón Milenario lideró la huída  de la ciudad, incluso ayudó a rescatar al herido Luke Skywalker antes de llevar a los fugitivos rebeldes con la flota de la Alianza. Calrissian fue voluntario en la osada misión para rescatar a Han Solo de la fortaleza de Jabba el Hutt en Tatooine. Él se disfrazó con la armadura de uno de los muchos guardias de los esquifes y se infiltró en el palacio. Lando estaba en la posición correcta cuando Lude Skywalker puso en marcha el rescate en el Gran Foso del Carkoon. Los guardias del esquife nunca sospecharon que en medio de ellos había un rebelde. Calrissian los ayudó a deshacerse de algunos guardias que vigilaban a los prisioneros y pilotó el esquife que llevaba al recién liberado solo y sus amigos. Durante la Batalla de Endor, Calrissian demostró de nuevo su valor. Ahora como un General de las Fuerzas de la Alianza, se presentó como voluntario para dirigir el ataque de los cazas a la segunda Estrella de la Muerte, mientras que el Almirante Ackbar dirigía las naves capitales. Su experiencia en la Batalla de Tanaab, le ayudó a prepararse par el conflicto. Sus estrategias poco ortodoxas funcionaron a las mil maravillas con las tácticas más conservadoras del Almirante Ackbar. Cuando se vio que la Estrella de la Muerte era operativa, Ackbar quiso retirarse. En cambio Calrissian se lanzó a luchar con la flota imperial en un punto que ofrecía alguna protección frente al enorme súper-láser de la Estrella de la Muerte. Cuando el equipo de ataque rebelde desactivó el escudo deflector de la Estrella de la Muerte, Lando condujo a los cazas al interior de la estructura incompleta de la superestructura de la estación. Lando, a bordo del Halcón, voló por entre los laberínticos y estrechos corredores del interior de la Estrella de la Muerte. Ya en el corazón del enorme reactor, lanzó una andanada de misiles de impacto que destruyeron el corazón de la Estrella de la Muerte. Entonces corrió más que la fantástica explosión que siguió y el Halcón surgió triunfante de la moribunda Estrella de la Muerte.

UNIVERSO EXPANDIDO          Señores del crimen, cazadores de recompensas, maridos celosos y el último Hechicero de Tund conocido... Lando ha conseguido huir de todos ellos gracias a una ventajosa combinación de habilidad y suerte. Le costó años de práctica conseguirlo (la primera vez que jugó al Sabacc fue un desastre cuando una falta de entendimiento de las reglas le acarreó grandes pérdidas) Pero estos días se remontan a un pasado muy lejano, un pasado que Calrissian mantiene en secreto a propósito. Después de todo, un pasado misterioso es la mejor manera de atraer a las mujeres. Al principio de su carrera de forajido, Lando consiguió el Halcón Milenario en una partida afortunada. Las dificultades económicas contribuyeron en parte a que aceptase un premio tan poco atractivo, ya que él era por aquel entonces un piloto terrible.

Rápidamente se hizo con un droide piloto para que le enseñase. Le resultó peor de lo que esperaba la adquisición del robot cromado con forma de estrella de mar que curiosamente se llamaba Vuffi-Raa. Después de un año con Vuffi, sus habilidades aumentaron tanto como el peligro en que se encontraba. Rokur Gepta, Hechicero de Tund y aliado del Emperador, embarcó a Lando en una caza del tesoro que hizo que el jugador resucitase inadvertidamente a la perdida civilización de los Sharv. Lando huyó de Gepta, otra vez, en el sistema Oseon y otra en la Nebulosa Thon Boka. En esta nube en forma de saco de polvo y gas, Lando ayudó  a salvar una especie en peligro conocida como los Oswaft de las acciones la flota de Centrality. Lando acabo esa aventura con los créditos suficientes para comprar una ciudad entera. Las riquezas de Lando crecieron y mermaron en los años que siguieron, como cuando adquirió una rareza como un lote de naves usadas en Nar Shaddaa. El Halcón quedó aparcado mientras Lando se concentraba en sus nuevas naves, como un estilizado Cobra. Cuando Lando perdió una partida de Sabacc con Han Solo y perdió una nave de su flotilla, lo que menos se esperaba es que el coreliano fuese escoger el Halcón Milenario, una nave en mal estado, aunque la más rápida. Poco tiempo después, Calrissian ayudó a solo en un golpe contra la esclavitud y en el procesado de especia en Ylesia. Solo estaba unido románticamente a una agente Rebelde, Bria Tharen, que ideó el ataque y utilizó sus contactos en los bajos fondos para reclutar a algunos contrabandistas para la misión. Cuando Tharen engañó a Solo y dio el botín de guerra a la Rebelión, Solo fue incapaz de hacer frente a los pagos de las recompensas prometidas a los contrabandistas. Esto hizo que se abriese una brecha en la amistad entre Han y Lando y ambos separaron sus caminos y no se volvieron a ver en mucho tiempo.

La vida de Lando sufrió su mayor giro cuando ganó el título de Administrador de la Ciudad de las Nubes a su draconiano regidor, el Barón Raynor. Las peculiares leyes de la ciudad prohibían a los habitantes de la ciudad flotante el juego. Sin embargo, los habitantes no tenían que pagar impuestos. Eran los turistas los que jugaban y pagaban los impuestos. A un hombre como Calrissian no le importaban los impuestos, era la emoción del Sabacc lo que le importaba.

Para eludir esta ley, Calrissian se disfrazaba como un anciano para poder jugar en los casinos de la ciudad. Como administrador responsable, uno de los pocos en la historia de la ciudad, se aseguraba de perder todas sus ganancias al final de la noche. Después de haberse involucrado con los Rebeldes, Calrissian ayudó en numerosas misiones de la Alianza. También ayudó a rescatar a Han Solo por cuya captura se sentía muy culpable. Aunque falló en la Luna de Gall al tratar de atrapar a Boba Fett, participó en el rescate de la Princesa Leia Organa de las garras de Príncipe Xizor en Coruscant. Después Lando se infiltró en el palacio de Jabba el Hutt haciéndose pasar por el guardia del esquife Tamtel Skreej. Esto lo colocó en una excelente posición para ayudar a Luke Skywalker cuando el joven Jedi puso en marcha la misión para liberar a Han Solo. Una vez que el Imperio fue derrotado en Endor, Lando regresó a la vida civil, renunciando a su puesto en la Alianza. Aunque ayudó a la Nueva República en algunas misiones militares, como en la Red de Inteligencia Interplanetaria del Senado, prefirió concentrarse en sus negocios y especulaciones. Calrissian se convirtió en el administrador del Mundo de Diversión del Holograma, una operación minera en  Nkllon y una urbanización en el corazón de Coruscant. Sin embargo, cuando la República lo necesita, puede contar con su ayuda. Cuando el Emperador resucitado empezó el azote de los mundos del núcleo, Lando volvió a asumir su rango de general y mandó algunas misiones en territorio enemigo.

	Ahora, dos décadas después de la victoria de Endor, Lando ha sentado cabeza. Se ha casado con Tendra Risant y regentan una mina y su procesado en Destrillon y Dubrillion. De nuevo la guerra invadió la tranquila vida civil de Lando y se vio forzado a evacuar a su gente cuando los Yuuzhan Vong invadieron el planeta