Nave de asalto de la República

NAVE DE ASALTO DE LA REPÚBLICA Mientras los kaminoanos trabajaban para perfeccionar un indómito ejercito clon, los vecinos astilleros de Rothana fueron subcontratados para desarrollar el equipo, armamento y transporte de la nueva infantería. Las audaces líneas y sobrias siluetas de las naves resultantes, marcaron el final de la esmerada artesanía de los estilos personalizados que marcaron los últimos tiempos de la República.

En su lugar las naves de asalto en forma de cuña fueron el presagio de la nueva era que estaba por venir. Al principio de las Guerras Clon la República utilizó estas titánicas naves de transporte para enviar al ejército clon a los campos de batalla de Geonosis. Aunque enormes, los transportes podían aterrizar y moverse dentro de la atmósfera de un planeta desembarcando miles de soldados y sus vehículos en el campo de batalla. En Coruscant, en una amplia área miles de soldados esperaban para embarcar en las naves de asalto, listos para continuar la lucha para mantener la República en planetas distantes. UNIVERSO EXPANDIDO El gran abismo entre los gremios de comercio y los Astilleros de Impulsores de Kuat se agravó cuando los neimoidianos se hicieron con el control de la Federación de Comercio en un suceso que tuvo como resultado la muerte de los ejecutivos kuati claves. Distanciándolos de los otros titanes corporativos Astilleros de Impulsores de Kuat (AIK) se asoció a la Cancillería Suprema desarrollando naves como el caza Delta 7 para la orden Jedi.

La subsidiaria secreta de AIK en Rothana, desarrolló la nave de combate de clase Acclamator. Aunque diseñada como transporte, la nave posee el suficiente poder armamentístico para ser considerado como una amenaza por si misma. Una docena de torretas turboláser cuádruples están alineadas  en su superficie apoyados por 24 cañones láser y 4 tubos lanzamisiles/torpedo.

Los diseños del Acclamator eran tan efectivos e impresionantes que los principales constructores de naves sintieron envidia y empezaron a incorporar conceptos semejantes en sus diseños. Los astilleros Rendili lo siguieron unos pocos años más tarde con el desarrollo de los históricos Destructores estelares de la clase Victoria. La Nave de Asalto de la República puede transportar 4 docenas de AT –TE, 3 docenas de SPHAT´s, 320 moto-speeders y 16.000 soldados La hiperpropulsión de clase 0.6 de la nave de asalto es inusualmente rápida para una nave de la clase Acclamator, lo que permitió al ejército clon llegar a Geonosis poco después de la captura de Obi-Wan. Una vez que las tropas han sido desplegadas, el perfil de las misiones de la nave de asalto cambia para  proporcionar apoyo terrestre. Sistemas de escaneo que incluyen un sistema de radares extremadamente potente y la recopilación de datos de las posiciones enemigas ayudan a las campañas terrestres. La nave de asalto también puede desencadenar un terrible bombardeo orbital lanzando torpedos de protones de alto rendimiento a blancos de movimiento lento y abrir fuego con sus 12 truboláser para destruir edificios y emplazamientos. Durante las Guerras Clon los dispositivos de mira que había en los cascos de todos los soldados clon permitía a los controladores de a bordo de la nave de asalto monitorizar los movimientos de tropas y coordinar los ataques. Aunque la nave de asalto de la República no estaba diseñada específicamente para luchar nave contra nave, era más que capaz de destruir pequeñas naves y defenderse de ataques. Dispositivos de escudos redundantes se entrecruzan por todo el casco de la nave, aunque estos dispositivos consumen mucha energía y raramente se activan. Durante el combate espacial los 24 cañones láser de la nave de asalto se ocupan de los cazas mientras que los turboláser y los lanza torpedos pueden recolocarse para atacar naves enemigas. El enfoque planetario de la nave de asalto ha afectado sin duda a su diseño: las armas para combate entre naves no son increíblemente precisas y recolocar los emplazamientos de las armas lleva varios minutos. Según iban avanzando las Guerras Clon, muchas naves de asalto de la República viajaban con escoltas de cazas y acorazados para protegerlas contra las emboscadas.