L8-L9
Creado por una
filial secreta de Industrias Tagge el L8-L9 fue un prototipo de droide de
batalla creado para servir como infantería en climas demasiado hostiles para
los soldados clon del Ejército de la República. Un proyecto no solicitado, que
nació de la mente del joven Barón Orman Tagge, un prodigioso tecnócrata que
buscaba congraciarse con el gobierno del Canciller Supremo Palpatine. Él
dirigía el proyecto del soldado autómata experimental y planeaba probarlo en
secreto bajos condiciones extremas. Él lo mantenía en secreto por varias
razones siendo la principal que en la práctica, el desarrollo de los droides de
batalla había sido restringido tras la Batalla de Naboo.
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El L8-L9 tenía
una cabeza inspirada en los cascos de los clones de la República, un guiño
intencionado de Tagge hacia sus deseados clientes. El droide podía disparar
tanto descargas de plasma como chorros ininterrumpidos de llamas desde ambos
brazos. Sus dedos con bordes afilados eran malos para manipular objetos, pero
el L8-L9 podía girar los ensamblajes de sus muñecas a alta velocidad y utilizar
las garras giratorias para abrir agujeros en el duracero. El droide tenía
sistemas internos blindados que le protegían de descargas electromagnéticas y
del calor o frío extremos. L8-L9 era un droide humanoide con unos avanzados
servomotores y centros de equilibrio que le proporcionaban una gran agilidad en
comparación con otros droides del momento. En sus brazos había cañones de
plasma y lanzallamas que le conferían un gran poder de fuego.
La unidad
prototipo L8-L9 tenía que pasar una prueba de campo inmediatamente. Los
contactos de la Casa Tagge sugirieron para tal prueba el planeta Rattatak en el
que los juegos de gladiadores se habían convertido en la pasión de un pueblo
cruel y brutal. El prototipo se alistó en un abierto de Rattatak en el que se
enfrentaría a todos los participantes, incluyendo un espadachín nikto y un
enorme insectoide shikitari.
L8-L9 evaluó la
carnicería que se iba a desencadenar y determinó que la aspirante Sith Asajj
Ventress representaba la mayor amenaza. L8-L9 atacó a Ventress con un a
pulverización indiscriminada de sus lanzallamas y lanzadores de plasma,
acabando con muchos de los combatientes participantes. L8-L9 podría haber
salido victorioso, pero Ventress superó al droide con un estrangulamiento de la
Fuerza y rompió la crisma del droide contra el techo de piedra. Tagge no
abandonó la idea, aunque tras el
nacimiento del Imperio se le asignó el proyecto Z-X3 como posible suplemento de
las tropas imperiales
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