JAR JAR BINKS
Antes de
que el conflicto galáctico afectase a su
planeta Naboo, Jar Jar fue deportado de la ciudad submarina Otho Gunga.
|
Su gran pecado: ser torpe a los ojos de todo su clan. Como diría en su
dialecto gungano/básico: él provocó uno o dose asidentes: protó lo gaser, chocó
heybibbles de jefe... y desterrao.
Como un desterrado que era, el gungan pasaba el tiempo en el pantano
de Naboo sobreviviendo con marisco crudo o con cualquier cosa que el lóbrego
ecosistema pudiese ofrecerle. Vagando en una ocasión por una zona clara del
bosque, Jar Jar escuchó un sonido parecido a un trueno. Aquel ruido dio paso al
retumbar de las pisadas de muchos animales de todos los tamaños y al ruido de
motores. Jar Jar vio como una enorme máquina de guerra avanzaba hacia él y Jar
Jar se quedó paralizado. De repente apareció un humano, Qui-Gon Jinn, que le
salvó la vida. Jar Jar siguió a aquel hombre jurándole una deuda de vida. Poco
después Qui-Gon le salvó la vida a Obi-Wan Kenobi. Ambos eran Jedi y precisaban
de ayuda y Jar Jar se ofreció a llevarlos a su ciudad natal.
A su llegada a Otho Gunga fueron conducidos ante la presencia del Jefe Nass el cual, gracias a la mediación de Qui-Gon, permitió que los Jedi se
llevasen a Jar Jar como guía en su viaje por los laberintos que conectaban los
canales de Naboo.
En la ciudad de Theed, los Jedi rescataron a la Reina Amidala de las
garras de la Federación de comercio y se decidió que debían partir hacia
Coruscant.
Pero debido a los daños sufridos al traspasar el bloqueo, tuvieron que
conducir la Nave Real hasta el planeta Tatooine para repararla.
Jar Jar acompañó a Qui-Gon a la ciudad de Mos Espa para buscar los
recambios necesarios. Allí en una chatarrería conoció a un muchacho, Anakin Skywalker, con unas especiales habilidades que les ayudarían a resolver sus
problemas para conseguir los repuestos necesarios. Pero sus continuas torpezas
seguían metiéndolo en líos constantemente. En un mercado vio un suculento
bocado y en su intento por zampárselo se metió en un buen follón con un dug
llamado Sebulba. Gracias a la intervención de Anakin, salió bien librado del
problema.
Una vez reparada la nave prosiguieron su viaje a Coruscant, llevándose
con ellos al joven Anakin.
|
La Reina Amidala le pidió que contactase con los gungan. Con la ayuda
de Jar Jar, los Naboo y los gunganos sellaron una alianza que liberaría al
sitiado planeta de Naboo. Durante la batalla contra el ejército mecánico de la
Federación de Comercio, Jar Jar fue nombrado general del Gran Ejército Gungan,
después de la batalla, Jar Jar siguió ascendiendo en la sociedad gungana,
dejando atrás su desagradable pasado de desterrado.
|
Finalmente Jar Jar se convirtió en el representante Senior de Naboo,
sirviendo al lado de Padmé Amidala en el Senado Galáctico. Mientras que su
compasión demostraba la enorme calidad de su carácter, su innata simplicidad y
naturaleza confiada, eran utilizadas fácilmente por aquellos menos escrupulosos
en el campo de la política. Para muchos Jar Jar era un chiste, objeto de mofa,
pero en los confines corruptos del Senado, su figura larguirucha permanecía
como un raro ejemplo de político no corrupto interesado solo en el mayor
beneficio de la República y sus gentes.
Jar Jar era el miembro del Comité Leal, un grupo de senadores
preocupados por la creciente amenaza del movimiento separatista que se estaba
extendiendo por toda la galaxia. Él y Padmé trabajaron mucho para favorecer las
negociaciones y una resolución pacifica del conflicto sobre la cada vez más
popular Acta de Creación del Ejército. Mientras Padmé no estaba en Coruscant,
Jar Jar era el que ocupaba su puesto en el Senado.
Tras varios intentos fallidos de asesinato contra la Senadora Amidala,
que la forzaron a dejar la capital, Jar Jar ocupó su lugar. El político gungan
estaba en el despacho de Palpatine cuando se hizo necesaria la toma de medidas
desesperadas para detener a una fuerza separatista que estaba determinada a
empezar una guerra con la República.
Jar Jar tomó la iniciativa y propuso una moción que le otorgase al
Canciller Supremo Palpatine unos poderes de emergencia, un movimiento que
supondría un profundo impacto en la República Galáctica.
|
UNIVERSO EXPANDIDO
Jar Jar era un huérfano que aún no tenía veinte años cuando fue
desterrado de Otho Gunga. Pero a esa edad tan temprana el ya había cometido una
gran cantidad de desastres. Las torpezas de Jar Jar provocaban accidentes de
todo tipo como: problemas con el alcantarillado de la ciudad, la liberación
accidental de los animales del zoo de Otho Gunga y la inundación de la mansión
del Jefe Nass y burbujas adjuntas, mientras trabajaba como camarero. Sus
torpezas provocaban muchos dolores de cabeza a los oficiales de Otho Gunga, en
especial al capitán Tarpals
| |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.