Squib

SQUIB Un viejo dicho de los mercaderes previene que hay que ser cauto con los sonrientes squibs. Midiendo cerca de un metro de alto, con unos grandes ojos de conejo, hocico de roedor, orejas copetudas y un pelaje que varia desde el rojo hasta el azul. Los squibs no parecen nada impresionantes. Pero en su campo, los trueques,  son despiadados. Les gustan las discusiones y tienen mucho talento para las operaciones fraudulentas, consiguiendo con ello muy buenos beneficios. A menudo los buenos finales no es lo que más les importa, lo que valoran los squibs es el proceso. Los squibs proceden de Skor II un planeta de escasos recursos. Sin embargo, estos recursos son distribuidos por todas las regiones dispersas del planeta. Por ello los squibs pronto desarrollaron una compleja cultura del trueque y el comercio al tratar unas tribus con otras.

Otro rasgo evolutivo interesante es el pelaje del squib que actúa como receptor del gusto y del olfato, permitiendo que un squib examine un objeto tocándolo o restregándolo contra su pelo. La Polinarquía squib consiste en comunidades regidas por un único pero lejano Rey. El monarca durante la época de la caída de la República y el Imperio era el rey Evareebaveebeedee. Este respetado gobernante estableció un acuerdo con el Imperio en el cual los obreros squibs (término con el que el Imperio designaba a los esclavos) harían trabajos domésticos en las naves imperiales. Estos squibs a menudo enviaban en secreto mensajes a la Flota de Reclamación Squib con información de la situación de los vertederos imperiales que luego ellos explotaban. Los squibs han desarrollado una avanzada tecnología de naves nodriza construidas con piezas de deshecho. Estas naves generalmente están desarmadas, pero los squibs han adaptado la tecnología del rayo tractor para muchas aplicaciones incluidas las defensivas y ofensivas. Los squibs han creado muchas grandes corporaciones como la Reclamación Squib y la Comercio Squib. Los squibs son en general confiados, gregarios y molestamente curiosos. Suelen meterse en problemas para examinar virtualmente una cosa sin ninguna precaución ante los peligros aparentes o no. Su rápido metabolismo los convierte en un dechado de energía y a menudo los demás los califican de voladores. Aunque los squibs proporcionaron protección en su planeta a los Jedi durante las Guerras Clon, decidieron permanecer neutrales durante la Guerra Civil Galáctica. Alegremente revolvían en los desperdicios de ambos bandos, Imperiales y Rebeldes.